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Tyrese Haliburton es una de las historias más alentadoras de la temporada. El base está jugando para los Pacers, demostrando que estar en el entorno adecuado puede sacar lo mejor de un jugador joven. Por supuesto, esto desencadenó en él revelando la realidad sobre la cultura de Sacramento Kings, franquicia que lo traspasó cuando él estaba más que comprometido con el equipo.

"Mis primeros dos años, jugué en un equipo y una organización sin cultura, siendo honesto", dijo Haliburton a JJ Redick. "La gran parte de venir a Indiana es que puedo ayudar a construir la cultura aquí. En realidad, mucho se espera de mí. Esa es mi parte favorita de esto hasta ahora" sentenció el joven. 

Sacramento ha estado en múltiples reconstrucciones desde 2006, la última vez que llego a los Playoffs. Todos los años posteriores han sido desperdiciados, pese a inmensos talentos como Demarcus Cousins o De'Aaron Fox. Haliburton quería ser el siguiente bastión de la franquicia, un Steve Nash para este equipo que francamente, no tiene ídolos concretos, más alla de Oscar Robertson cuando la franquicia tenía hasta otro nombre. 

Haliburton no es de buscar drama aparte. Pero quedó muy dolido con la noticia de que era traspasado en el cierre de mercado durante febrero de 2022. Él creía que su futuro estaría atado a la franquicia por el tiempo que quisiera, dado que es joven, digno de ser un All-Star desde este momento y, ante todas las cosas, tenía una pasión gigante para ser un ícono de los Kings. En cualquier franquicia, las oficinas le harían un contrato de por vida a alguien que entregue todo de sí de esta manera, y más con lo bueno que es Haliburton. Para los Kings, que no tienen una identidad ni una cultura ganadora, no fue el caso.