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A pesar de ser oriundo de New York y de haber estado por varios lados de Estados Unidos y haber viajado hasta China, se puede afirmar que para Lance Stephenson, Indiana es su casa. Allí encuentra todo lo necesario para sobresalir de una manera u otra y cuando se pone la azul y amarilla de los Pacers, las cosas fluyen de gran manera, claro que después su personalidad inquieta lo invita a aceptar otros desafíos.

El talento siempre estuvo, el poder de gol lo tiene y hasta carácter para jugar también, pero sus decisiones a veces no fueron las mejores. Lance irrumpió en la NBA en Indiana allá por la temporada 2013/14, dando un salto de calidad pronunciado en su cuarto año de experiencia, pasando de promediar 8.8 puntos, 3.9 rebotes y 2.9 asistencias, a tener guarismos de 13.8 puntos, 7.2 rebotes y 4.6 asistencias, una verdadera mejora integral. En eso Pacers, donde compartió equipo con Luis Scola, Indiana llegó hasta las finales de Conferencia, pero cuando tenía todo para hacer carrera en los Pacers decidió ir a buscar millones a Charlotte, un equipo sin muchas pretensiones.

Allí no le fue bien (8.2 puntos y 3.9 asistencias) y comenzó a peregrinar por varios equipos (5 franquicias en dos temporadas), hasta que en la 2016/17 retornó a Indiana. Sin tener el rendimiento que tenía antes de irse por primera vez, se notó una mejora en su juego y asentamiento con estadísticas 9.2 puntos, 5.2 rebotes y 2.9 asistencias, viniendo desde la banca. Pero….otra vez la propuesta seductora, un llamado de LeBron James y chau Pacers, vuelo directo a Los Ángeles.

El fracaso de aquellos Lakers iniciales de LeBron fue total (no llegaron a playoffs) y se llevó puesto a Lance que vio como su status comenzó a deteriorarse sin recibir ofertas de equipos. Tal es así que aceptó ir a jugar a China como despidiéndose del baloncesto. Sin embargo fue por más en el 2021, se puso elegible para la G-League y el equipo filial de Denver lo seleccionó. Una vez en el ruedo, manteniéndose sano y sin contagiarse de Covid, le llegó su chande de un contrato por diez días, siendo Atlanta el que le brindó la chance de volver.

En los Hawks salía desde la banca y no tuvo tanto protagonismo, sumó 1.8 puntos, 1.8 asistencias y 2.5 rebotes en una media de 11.6 minutos. En Georgia no lo necesitaron más y los Pacers, envueltos en rumores de salidas, lo llamaron y le ofrecieron otro hardship (contrato por diez días), sabiendo bien quién es Lance. Y una vez en Indiana, el Loco Lance, no hizo otra cosa que ser el mismo y comenzó a jugar como si el tiempo no hubiese pasado.

Lleva cuatro partidos con Indiana (1-3) y tras dos juegos de acomodarse, se despachó con unos últimos dos partidos digno de sus mejores épocas. El primero fue en la vuelta de Kyrie Irving ante los Nets y saliendo desde la banca metió 20 puntos (8/9 dobles) en el primer cuarto, récord absoluto en la historia de la NBA para un suplente en puntos y anoche, en un gran triunfo ante el Jazz, metió un doble doble de 16 puntos y 14 asistencias, su máxima de carrera en pases gol.

Después de estas actuaciones quizás los Pacers decidan quedárselo de forma definitiva y Lance deberá entender que si quiere jugar en la NBA, lo tiene que hacer en Indiana, no habrá otro lugar donde brille más, sus experiencias anteriores lo corroboran.

Lance Stephenson, el talento loco de Indiana.

Mauro Osores / [email protected]

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