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El caso Gabriel Deck en Oklahoma fue el disparador para esta nota y repasar a aquellos jugadores argentinos con pasos efímeros en la NBA, analizando no solo los números, sino también un poco los contextos en los que tuvieron su experiencia en la liga estadounidense. Desde Rubén Wolkowyski y Pepe Sánchez, pasando por Pato Garino, Nico Brussino, Nico Laprovittola, hasta llegar al Tortu.

En la temporada 200/01 se dieron los debuts de argentinos en la NBA por un tema de uso horario, Pepe Sánchez fue el que primero puso un pie en el baloncesto que hasta ese momento era inalcanzable para el baloncesto argentino. Al bahiense lo contrata por fuera del draft, Philadelphia, una franquicia ubicada en el estado de Pensilvania, mismo lugar donde estaba la Univerisdad de Temple, donde Pepe brilló y en donde más lo conocían.

Allí jugó 24 partidos y lo traspasaron junto con Toni Kukoc y Nasr Mohameed por Dikembe Mutombo a Atlanta, donde después de cinco juegos, lo cortan. Termina la temporada en el Panathinaikos de Grecia y gana la Euroliga.Tras ese espaldarazo vuelve a la NBA a la temporada siguiente, pero esta vez de la mano de los Pistons y a partir de enero del 2002. Larry Brown, entrenador de Detroit, no contó mucho con sus servicios y solo lo utiliza en nueve partidos, traspasándolo junto con Cliff Robinson a Golden State al finalizar la campaña y en los Warriors, hace la pretemporada, pero es cortado antes del comienzo oficial.

El Colo Wolkowysiki fue uno de los dos argentinos que saltó directo de la Liga Nacional a la NBA, pasando en este caso de Estudiantes de Olavarría a Seatlle Supersonics directamente. A decir verdad, el pivote tuve una gran prueba en los Sonics y terminó quedando en el equipo para repartir minutos en el juego interior de un equipo, donde por ejemplo estaban Gary Payton y Patrick Ewing como principales figuras. En elenco del estado de Washington, Rubén disputó 41 partidos, perdiendo lugar con el correr de la temporada. Para la siguiente campaña, el chaqueño decidió emigrar a Rusia, al CSKA de Moscú, dejando atrás a la NBA, adonde regreso para el lustro 2002/03 en los Celtics, pero poco pudo hace en los siete partidos en lo que ingresó antes de ser cortado en febrero del 2003.

Nicolás Laprovittola fue uno de los decidió probar suerte mediante una invitación bajo el ala de Manu Ginóbili. El base se unió a San Antonio tras los Juegos de Río junto al Pato Garino y superó los cortes de pretemporada para ganarse un lugar en el roster principal. A decir verdad, de los nombres que surgieron en esta nota, fue al que mejor le fue o cumplió en su estadía NBA habiendo disputado 18 partidos, tres como titular. Jugó minutos basura, de calidad y desde el inicio y sus mejores actuaciones se dieron ante los Clippers en casa, en una derrota por veinte, donde Nico intentó ser parte de la levantada y sumó 11 puntos (3/4 triples), más 5 asistencias y luego en un back to back en Minnesota (fue titular, metiendo 10 puntos y 2 asistencias), para luego viajar a Milwaukee y poner cinco pases gol en ocho minutos, en un triunfo por la mínima en Wisconsin.

Nico Brussino tuvo una temporada rookie, similar a la que está teniendo Bolmaro, aunque sin haber sido titular tan rápido como el cordobés. Pero si jugando minutos basura y aprendiendo mucho, dado que pasó directamente de Peñarol de Mar del Plata a la Dallas. También tuvo asignaciones en la G-League, jugando para los Texas Legends (16.6 pts, 7.6 rebs y 4.8 as) y en su cuenta personal se dio el lujo de en el último juego de la temporada ser inicial ante Memphis y despacharse con un 15 puntos (4/8 triples) en 36 minutos. A pesar de haber tenido buenos momentos, los Mavericks lo cortaron a final de campaña y en el período de waivers lo reclamó Atlanta. Los Hawks le dieron lugar en la pretemporada, lo mandaron a la G-League un par de veces, pero solo lo pusieron cuatro partidos para terminar cortándolo en diciembre del 2018.

Pato Garino no pasó el corte de San Antonio y los Spurs le dieron un lugar en el equipo de la G-League, en Austin. En la liga de desarrollo el marplatense tuvo una buena campaña con 11.2 puntos, 3. 4 rebotes y 2.0 asistencias en 29.2 minutos. El Magic lo quiso probar y lo llevó para la parte final de la temporada 16/17 y lo mandó a la cancha en los últimos cinco juegos. En ese período corto, el Pato tuvo su máxima de minutos ante Chicago con 12, tomando 4 rebotes, pero poco pudo hacer en el tiempo que fue NBA. El Magic lo cortó antes de la pretemporada.

Gabriel Deck, el caso más reciente, constó de de 17 partidos en la NBA, en una franquicia a la búsqueda de nuevos talentos para consolidar un equipo joven. Se fijaron en una de las figuras del Madrid y le hicieron una oferta para llevarlo a prueba durante diez juegos en la temporada pasada y el Tortu cumplió. Su primera jugada fue con una recordada faja asistiendo a un compañero y todos parecía que iba a ir bien. Tuvo juegos en los que rozó el doble doble y con 8.4 puntos y 4.0 rebotes, Deck mostró su valía en ese puñado de presentaciones.

La pretemporada también lo tuvo activo a Deck, ganándose un lugar en el roster, pero en la temporada con un tobogán con pendiente pronunciada hacía abajo todo se desmoronó. Pasó al fondo de la banca de un saque y con un entrenador diciendo a viva voz que no lo tenía en cuenta por el momento y de allí nunca más salió. Fueron solo siete juegos esta temporada, con pocos minutos de calidad y la mayoría basura para terminar con una salida necesaria.

La NBA es la meca del básquetbol, donde la mayoría quiere llegar. En estos tiempos se puede soñar con arribar, la globalización expandió las fronteras, pero desde ya que establecerse es otra cuestión y depende de muchos factores, no solo de tus condiciones, sino del contexto en donde caigas y qué busca la franquicia que te contrata.

Mauro Osores / [email protected]

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