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Si hay algo de especial en estos playoffs es que las posiciones importaron bastante poco de cara a una postemporada. Y sino que lo digan en Miami y Los Angeles, que llegaron peleando en el Play-in y ahora están en las Finales de Conferencia. Ambos fueron de menor a mayor y son las sensaciones del momento, con distintas recetas, pero un gran resultado que los une. Sin ir más lejos, es la primera vez en la histora de los playoffs que un séptimo y un octavo en la regular llegaron a estas instancias.

Los Lakers tuvieron un arranque de temporada muy complejo. Un plantel mal armado y sin química dio lugar a una primera etapa sin resultados, hasta poniendo en duda la continuidad de LeBron James en el equipo a futuro. Pero Rob Pelinka reaccionó a tiempo y llevó a D’Angelo Russell, Jarred Vanderbilt, Malik Beasley, Rui Hachimura, sacándose de encima a Russell Westbrook, su mayor problema, y Patrick Berverley. A partir de allí encontraron una química y crecieron.

Además, la recuperación de Anthony Davis le dio lugar a una estabilidad de atrás para adelante con uno de los mejores jugadores de la NBA cuando está sano. Desde su figura, el Rey encontró laderos de gran confianza, con el crecimiento de Dennis Schroder, Austin Reaves y apariciones claves de Hachimura y Lonnie Walker. Así, la responsabilidad ya no solo pasó por James y los secundarios tomaron su responsabilidad de enorme manera.

Del otro lado, fue un desarrollo de toda la temporada. En la previa tuvieron una campaña con muchísima irregularidad, donde solo sumaron a Kevin Love sobre el cierre. Pero en el Play-in se dio el primer paso y ya en los playoffs tocaba bailar con la más fea, Milwaukee. Y allí comenzó una clase defensiva con un click y un Jimmy Butler que está llamado a ser jugador de estas instancias.

Pero además de él, y a pesar de la lesión de Tyler Herro y Victor Oladipo, el equipo de Erik Spoelstra demostró una gran capacidad de adaptación juego a juego y mucha personalidad en los ajustes. Además, jugadores como Gabe Vincent, Max Strus y Caleb Martin, todos undrafted, dieron un enorme paso al frente y demostraron todo el desarrollo y la confianza de la franquicia en ellos.

Pero quienes se reivindicaron en esta postemporada también fueron Kyle Lowry y un Duncan Robinson que aprovechó la baja de Herro y le dio goleo exterior al equipo en momentos importantes.

Los Lakers y el Heat llegaron a los playoffs con muchísimas dudas, pero ya en estas instancias nadie les quita la ilusión, y cuidado con seguir subestimándolos.