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New York Knicks quiere que lo que pasó la temporada pasada no vuelva a ocurrir. Lograron hacer una gran temporada, pero terminaron cayendo contra Indiana Pacers en las semifinales, con algunos problemas con las lesiones. Para ser realmente candidatos, hicieron un gran mercado que les permitió sumar piezas importantes de cara a una temporada que promete ser apasionante.

Incorporaron a Mikal Bridges, que será fundamental en la defensa y el ataque de los de la Gran Manzana. Además, siguen manteniendo una base con Jalen Brunson, Josh Hart, Donte DiVincenzo y compañía. Como si todo esto fuera poco, ahora llegaron dos noticias que aumentan las posibilidades para el conjunto de Nueva York.

Primero, está la incorporación de Landry Shamet, que aparece como un jugador de rol listo para aportar desde su lugar y darle descanso a los titulares. Luego aparece la llegada de Marcus Morris para que trabaje en la pintura como reelevo. Ahora también apareció la novedad de que Julius Randle aceptaría tomar un rol con menos protagonismo y se quedaría a buscar el anillo en los Knicks. Con todo esto que está ocurriendo en el equipo de Thibodeau, Boston Celtics ya sabe que New York es, probablemente, el equipo a vencer en el Este si quieren llevarse el back to back.