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Hace poco más de una semana, el mundo del deporte mundial se vio conmovido por una de las transacciones más espectaculares e inesperadas de la historia: Luka Doncic era transferido a los Lakers a cambio de Anthony Davis y el mapa de la NBA cambiaba por completo. Millones de espacios se ocuparon con este trade, que todavía no vio luz desde una de las partes, ya que Davis debutó con Dallas el sábado, pero Luka aún no con los Lakers. 

Pues la espera ha acabado. Esta noche, a las 0.30 ya del 11 de febrero en Argentina (19.30 de Los Ángeles), ante Utah Jazz, se producirá el estreno del Niño Maravilla con la camiseta más importante que tiene la NBA junto con la de Boston Celtics, aumentada quizá la púrpura y amarilla por lo que signifca esa ciudad en el mercado económico estadounidense y mundial. 

Doncic (25 años, cumplirá 26 el 28 de este mes), que no juega desde el 25 de diciembre con Dallas, cuando se lesionó el gemelo ante Minnesota, estuvo en esta temporada solamente en 22 partidos, en los que promedió 28.3 puntos, 7.8 rebotes y 8.3 asistencias, números monstruosos para cualquier normal, pero sus más bajos en 4 temporadas. Ya será esta la que mejor juegue, puesto que con los Lakers estará en un máximo de 32 en la fase regular, sumando como mucho 54. 

Después de todo lo que se habló de su trade, de cómo reaccionaron muchos fans en Dallas y de la lesión de Anthony Davis en su primer partido, se espera con mucha ansiedad ver cómo encaja Doncic en un equipo donde está LeBron James y que finalmente se quedó sin el pivote (por ahora), que esperaba para hacer de la operación completa una movida genial. La cita es de madrugada, pero vale la pena. Luka ha cambiado el tablero de toda la competencia.