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En octubre de 1993, Chicago Bulls había sufrido la peor noticia de su historia. Michael Jordan, afectado por el asesinato de su padre, había anunciado su retiro. Tenía 30 años y venía de ser tricampeón con Chicago en las 3 temporadas previas, además de MVP de las 3 finales. Sin embargo, a pesar de su ausencia, Chicago hizo una gran campaña, liderado por Scottie Pippen, que sin su compadre tomó mucha más injerencia en el equipo.

Los Bulls terminaron la fase regular terceros en el Este con un gran récord (55-27), detrás de New York y Atlanta (57-25). En la primera ronda barrieron a Cleveland 3-0 y en la segunda les tocó Pat Ewing y sus Knicks, el mejor equipo del Este. Los de la Gran Manzana ganaron los dos primeros partidos y viajaron a Chicago para liquidar la serie. Pero a 1m16s del final del tercer choque, Chicago ganaba por 6 (102-96) y se encaminaba a un triunfo cerrado pero sin riesgos. 

Ewing anotó un doble, Pippen tomó un mal tiro, Ewing metió una bandeja y el score quedó 102-100. Faltaban 29s5. Chicago tuvo el balón y, restando 8 segundos, Pippen tiró un triple que no le pegó a nada y la pelota fue para New York, con 5s5 en el tablero. Tras el tiempo muerto, Ewing recibió cerca del cesto, giró y convirtió. Iguales en 102. Un segundo y décimas para el final. Minuto de Phil Jackson. Y entonces todo se pudrió.

La TV mostraba la banca de los Bulls y se notaba que Pippen estaba fastidiado. Nadie sabía por qué, hasta que sobre el final del tiempo muerto, Scottie se fue al final de la banca. Jackson tuvo que pedir otro. Y cuando salieron al campo, Pippen no lo hizo y se quedó sentado. Pete Myers sacó de un costado (por eso pidió el segundo minuto Jackson, ya que el pasador original debía ser Pippen), en la media cancha, y le metió un pase al medio de la zona a Toni Kukoc que, defendido por Anthony Mason, giró hacia afuera y lanzó. La pelota entró limpita y el público estalló: serie 1-2. 

Luego se supo lo que había ocurrido. En el minuto tras el 102 iguales, Jackson había ideado la acción para Kukoc. Pippen se enojó muchísimo con el coach, que le recriminó las dos últimas malas decisiones tomadas. Pippen no dio marcha atrás y se negó a salir a la cancha al no ser el que iba a tomar el tiro decisivo. No imaginaba lo que pasaría después.

Después del partido, todos se hicieron los distraidos y cambiaron la historia, diciendo que Jackson lo había sacado del partido y por eso Pippen se había enojado, pero la realidad era otra. Scottie nunca había tenido buen feeling con Kukoc (lo mismo Jordan), antes de su fichaje, por ser la debilidad de Jerry Krause, el monje negro que destrozaron en The Last Dance. La serie se igualó en 2, los Bulls casi ganan el quinto de visitantes y finalmente perdieron la serie 4-3. Los Knicks llegaron a la final ese año, cayendo también 4-3 ante Houston.