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Steve Nash es un jugador histórico en la NBA. Desde la base, el canadiense nacido en Sudáfrica logró dos MVP de la NBA, fue 8 veces All Star y es miembro del Salón de la Fama desde 2018. Sin embargo, sus primeros años no fueron fáciles. Ya desde la misma noche del Draft sufrió, en lo que fue el primer momento que forjó su carrera.

Nash fue elegido en la posición 15 del Draft por Phoenix Suns, aunque a los fans de la franquicia mucho no les gustó, dado que preferían a John Wallace, un alero de Syracuse que conocían más. Reunidos en el estadio del equipo, los hinchas abuchearon a Nash desde el mismo momento que vieron su nombre y su imagen junto a David Stern.

Consultado por la situación, el canadiense comentó: “Es desafortunado, pero creo que la gente se dará cuenta de que trabajo muy duro y de que voy a tener éxito. No voy a aceptar nada menos que el éxito. Creo que voy a tener un matrimonio feliz con los fans”.

Luego de este comienzo, pasó a Dallas Mavericks, donde fue el comandante de un buen equipo con Dirk Nowitzki, Michael Finley y Don Nelson. Pero allí tampoco empezó bien, dado que las lesiones en la espalda lo hicieron perderse muchos juegos y los hinchas de los Mavs empezaron a quejarse del fichaje. Con el contrato recién firmado, los abucheos no se hicieron esperar: “Estaba jugando con molestias en la espalda, y acababa de firmar un gran contrato”comentó en 2012 en una entrevista con Jay Leno. “La gente en Dallas se preguntaba por qué me habían dado ese contrato, ya que aún no había encontrado mi mejor juego. Hubo un partido contra los Rockets de Charles Barkley, y el estadio estaba lleno. Llegó un punto en el que empecé a escuchar abucheos cada vez que tocaba el balón. En casa. Y soy el base, así que tengo el balón muchas veces. Fue uno de esos momentos en los que pensás ‘no puedo creer que esto me esté pasando a mí'”.

Para colmo, en ese partido estaba su hermano, que lo veía en la NBA por primera vez: “Mi hermano pequeño era jugador profesional de fútbol en Inglaterra, y nunca me había visto en la NBA”. “Estaba de vacaciones, voló a Dallas y vino justo a este partido. Yo estaba ahí sentado, pensando ‘esto es horroroso, dios mío, todo el estadio me está abucheando’. Miro a la tribuna, encuentro a mi hermano, la primera vez que me ve jugar, el público abucheando, y él se estaba partiendo de risa. Inclinándose hacia adelante, básicamente señalándome. Creo que eso, de manera fortuita, hizo que pusiera todo en perspectiva”.

A partir de allí, su carrera cambió, se hizo leyenda en Phoenix Suns y lo que todos conocemos. Un jugador histórico que se destacó en cada lugar que pisó y quedó en los libros.