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La historia de Maurice Stokes es, sin ningún tipo de dudas, una de las más dolorosas y emotivas que engloban a jugadores de la NBA. Nació en Pensilvania el 17 de julio de 1933 y con 2.01 metros de altura se desempeñaba como ala-pivote.

Su paso por la Universidad lo realizó en los Red Flash de San Francis. Estuvo cuatro temporadas en el equipo y tuvo más de 20 puntos y rebotes de promedio, una locura total. Sus increíbles estadísticas lo llevaron a ser elegido en el segundo puesto del Draft de 1955 por los ya extintos Rochester Royals, hoy conocido como Sacramento Kings, donde a lo máximo que llegaron fue a las finales de división, donde cayeron ante los Minneapolis Lakers de George Mikan.

Ya en su primera temporada NBA, Stokes empezó a demostrar que sería un jugador muy determinante y sin dudas había que seguirlo en su recorrido por la mejor liga del mundo. Consiguió ser el rookie del año en 1956, con un espectacular promedio de 16.8 puntos, 16.3 rebotes y 4.9 asistencias por partido. Fue el máximo rebotero de la temporada y el octavo jugador con más asistencias.

Maurice era un jugador muy completo. Fuerte en la pintura, con defensa férrea y buena lectura de juego. En su segunda temporada fue el segundo máximo rebotero de la liga (solo por detrás de Bill Russell) y el tercero en asistencias, Bob Cousy y Dick McGuire. Finalizó esa temporada con 16.9 puntos, 18.1 rebotes y 6.4 asistencias.

Pero un 12 de marzo de 1958 su vida cambiaría para siempre. La franquicia transitaba su primer año en Cincinnati y disputaban el último juego de la temporada regular ante los Lakers.  Disputó un rebote defensivo con un jugador de Minneapolis e impactó fuertemente su cabeza contra el parquet. Tras varios minutos donde estuvo tirado en el piso, se levantó y terminó el partido sin problemas.

Ya en la instancia de playoffs, los Royals tenían que disputar su primer partido ante los Pistons en Detroit. Stokes se subió al avión con el plantel y empezó a sentir fuertes dolores. Rápidamente lo trasladaron al hospital más cercano, para luego ser derivado a Cincinnati. Lamentablemente para Maurice, los médicos le diagnosticaron encefalopatía con daños irreversibles y automáticamente entró en coma.

Allí entró otro protagonista a la historia, Jack Twyman. Nació el 11 de mayo de 1934 y disputó 11 temporadas en la NBA, todas con los Royals. Fue un escolta pequeño y tirador, pero con un gran corazón. Al enterarse de la enfermedad de su compañero, decidió ser el representante legal de Stokes y se encargó de todos los tratamientos médicos.

Organizó un partido a beneficio, donde reunió a todas las figuras de la NBA y recaudó más de 100.000 dólares. Por problemas legales, las acciones de caridad de Twyman dejaron de ser en el básquet y organizó varios torneos de golf con el nombre Maurice Stokes Memorial Game.

Finalmente, Maurice Stokes falleció el 6 de abril de 1970 y siempre se lo recordó en el mundo NBA. Integra el Hall of Fame desde 2004 y Sacramento Kings tiene retirada la camiseta número 12 en homenaje. Su fiel compañero tuvo problemas de leucemia y dejó este mundo a los 78 años.