Finales NBA

El análisis de Vadell, J5: a Phoenix no le alcanza con meterla de tres

16:00 18/07/2021 | Seguimos entendiendo mejor la definición de la temporada NBA con los análisis del entrenador de San Martín de Corrientes.

Holiday hizo todo bien en el Juego 5 (Foto Getty)
Hermoso partido nos regalan cada día la NBA. Excelentes finales estamos viendo. Que en el quinto juego se rompa la tendencia de los locales ganadores pone un condimento nuevo, mejora el marco y nos señala que entramos en la parte más intensa de la montaña rusa.
 
¨El problema no es la desilusión, el problemas es que se ilusionaron¨. Parecería que al terminar el 1C, Holiday utilizó el túnel de la serie Dark y fue para atrás en el tiempo y después al futuro para aprender, volvió y, cambiando radicalmente, comenzó a hacerlo como todos pensamos que debería, para ganar y dominar: eficiencia en el tiro combinada con asistencias y defensa limitante de las figuras rivales. Encima, le transmitió a sus compañeros el camino, aspirando las frustraciones que arrastraban de tan mal arranque.

Atrás quedaban las 6 pérdidas de Milwaukee en ese 1C, acompañadas del 1 de 7 de campo de Middleton, el -11 de Teague en 6 minutos jugados y el -11 de Connaughton, pero con 2/2 en triples. Pat era el más buscado por Booker para castigarlo y como un boxeador que simulaba estar a punto de caer, hizo un segundo cuarto de película ante un rival que hasta pareció haberse ilusionado.

 
Booker es un jugador peligroso en ofensiva, como diría un amigo, ¨más peligroso que muleta con rueditas¨. Solitario goleador y gran motor para emparejar algo desparejo, termino con +12 , marcando que su eterno descanso del 2C hizo perder una gran ventaja obtenida a una velocidad vertiginosa. Perdió una última pelota ardiente que es perdonada por su juventud e inexperiencia en estas finales, pero que seguramente no le perdonará su conciencia, porque puede costarle un anillo de campeón de la NBA. Además comenzará a hacerse mayor cuando empiecen las polémicas de por qué habría sido mejor pasar más el balón que su individualismo súper hero ball ofensivo. Ojo, tambien defensivo, porque ahí también es bueno y deja todo.  Con el diario del lunes donde todos somos grandes estrategas y metemos el dedo en la llaga. Ahora sabremos cuánto espesor tiene el cuero de este crack pura sangre, para que no lo condicione en el borde de la definicion. 
 
Es difícil hacer siempre el mismo plan, porque te van tomando la mano y con el tiempo los equipos se acomodan y encuentran esa regularidad que los trajo aquí, a las finales. Negar tanto y con tantos jugadores los espacios dentro de la pintura como hace Phoenix logró en este último partido hacer despertar los tiradores sin dribling de los Bucks, intermitentes en los playoffs, pero que ayer tiraron 14/28 de 3 puntos, 50%, acomodando el mal desempeño desde el tiro libre que casi le cuesta el partido. Recordemos cuánto insistimos en meter tiros para ganar y no solo cumplir el plan defensivo, sino alimentarse también de la autoestima de la buena que da el ataque. 
 
Hablemos de Chris Paul. ¿Condujo, desapareció, la combinación con un Booker acaparando la ofensiva lo desdibujó? Porque después de todas esas preguntas, en el tramo final reflota su normal partido de un arranque creador y una ausencia preocupante en el segundo y tercer cuarto que hubiéramos olvidado con una victoria y con un gran último cuarto anotando importantísimos tiros para tener las esperanzas intactas hasta el final.

A un minuto del final, Phoenix tenía 68% en triples y termina el partido con 13 de 21, 61%, eficiencia de campeón. El problema fue el volumen. Tiraron poca cantidad, y esa es la estrategia de Milwaukee. Por más eficiencia, con tan pocos tiros y al recurrir al lanzamiento de media con dribling o a la pintura, que no son su especialidad, a Phoenix se le achica la posibilidad de anotar un score final alto, por lo que se le hace inalcanzable ante un equipo mas limitado en el tiro como Milwaukee, pero más fuerte en puntos cercanos al cesto y alto porcentaje. Con eso empareja las probabilidades. 

 
Entre las 3 estrellas de Milwaukee (Giannis, Middleton y Holiday), anotaron 88 puntos. Más Portis y Connaughton aportando gol, los hace ver como un gran equipo, de visitante, en un partido de quiebre, destacándose en lo que pareció al inicio de la serie ser su debilidad. Pone a Phoenix en la obligación de meter un partido perfecto de visitante, igual que lo hizo su rival. Cosas buenas nos esperan a los que estamos viendo. Súper Anteto dominó a Ayton, lo defendió bien y lo vulneró en los 1x1, el monje Middleton siempre aparece en los finales y Holiday ayer fue el que todos esperan. No veo la hora que sea martes. La NBA nunca te defrauda.

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