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El desenlace de la travesía de Bruno Caboclo ha llegado, y no es menos que un capítulo intrigante en su carrera. Tras entrenar con los Golden State Warriors y una abrupta salida de Partizán, el internacional brasileño encontró su nuevo destino en Hapoel Tel Aviv, un equipo israelí que aspira a brillar en la Eurocup. A sus 28 años, y con la experiencia de haber jugado en diversas ligas de América y Europa, Caboclo se une a un equipo que promete ser uno de los más competitivos de la temporada.

Caboclo no llega solo a esta nueva aventura. Se une a un roster que incluye nombres de peso como Patrick Beverley, conocido por su tenacidad defensiva en la NBA, y Johnathan Motley, quien la temporada pasada destacó en Fenerbahce. Este fichaje no solo completa un equipo ambicioso, sino que añade la versatilidad que buscaba el entrenador de Hapoel, quien afirmó que Caboclo es "la última pieza del rompecabezas". Con su capacidad para jugar en las posiciones 4 y 5, el brasileño podría ser un factor decisivo en los esquemas de juego, aportando puntos, rebotes y una presencia defensiva intimidante.

La negociación no fue sencilla. Hapoel Tel Aviv desembolsó 600.000 euros para liberarlo de su contrato con Partizán, y Caboclo firmó por dos temporadas con un salario de 2.5 millones de dólares. Este contrato subraya la importancia de Caboclo en los planes de Hapoel y el compromiso del club para competir al más alto nivel. A nivel personal, el brasileño viene de un verano exitoso con su selección, destacándose en el Preolímpico y en los Juegos Olímpicos de París, donde dejó partidos memorables con 33 y 30 puntos ante Japón y Estados Unidos, respectivamente. Ahora, en Tel Aviv, tiene la oportunidad de consolidarse como una figura clave y ayudar a llevar al equipo israelí a nuevas alturas en la Eurocup.