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Aunque la NBA ha tenido múltiples estrellas y goleadores a lo largo de su historia, no es fácil ubicar a dos que, durante 7 temporadas consecutivas, hayan anotado 20 o más puntos de promedio siendo compañeros. Damian Lillard y CJ McCollum lo lograron, pero no consiguieron el éxito deportivo esperado y, desde hoy en adelante, ya no serán más compañeros. 

McCollum fue traspasado a New Orleans junto con Larry Nance y Tony Snell por Josh Hart, Tomas Satoransky, Nickeil Walker-Alexander y DiDi Louzada. McCollum llega a una franquicia en proceso de crecimiento con sus jóvenes, y esperando que no tarde demasiado la vuelta de Zion Williamson, la gran esperanza del equipo. 

Portland se queda solo con Lillard, y probablemente logre convencerlo para armar una proyección alrededor suyo. Pero ya nada será igual. El gran problema, histórico en los Blazers, es que no pudieron llevar al equipo siquiera a una final NBA. Tuvieron, incluso ahora, equipos muy poderosos, pero les faltó el extra para ser contendientes. 

Lillard y McCollum cumplieron desde lo estadístico, con un tope de 52.2 puntos sumados entre ambos en la 2019/20, pero deportivamente solo tuvieron una gran campaña en la 2018/19, aunque con un fuerte porrazo en la final del Oeste ante Golden State, que los barrió en 4 juegos.

Después, de los 8 años que compartieron hasta el final de la temporada, aunque en todos se clasificaron a los playoffs, 5 veces se fueron en primera ronda y 2 en segunda. El palo del año pasado ante Denver quizá fue el límite soportable. Una pena, porque aunque evidentemente les falta algo desde el liderazgo colectivo, Lillard y McCollum fueron una de las parejas perimetrales más lindas para ver.