Liga Nacional

Sebastián Vega: mente suelta, título atado

20:48 23/07/2024 | Después de pasar por mucho, el alero fue clave en el Boca campeón y disfrutó como pocos a cuatro años de haber cambiado su vida al blanquear su orientación sexual.

Seba disfrutó y fue campeón (LNB Contenidos)

Una de las escenas más emocionantes que retratamos post consagración de Boca fue la de Sebastián Vega abrazado con toda su familia. Después de mucho, el alero fue fundamental en el Xeneize y logró un título fruto de un esfuerzo grande.

“Siento mucha felicidad. La situación en contra, fue un año duro, que la peleamos siempre, pero lo tenemos por los frutos y la verdad que estamos muy, muy felices” contó en charla post título con Básquet Plus. “La verdad que lo merecemos, estamos felices. Podemos disfrutarlo con toda la familia, con mis amigos, con mi novio. La verdad que es un momento único” agregó.

Sebastián Vega, tan simple como ser y no parecer

Hace poco más de cuatro años, Seba tomaba la decisión de anunciar que era gay. Una situación que cambió su vida en lo público, pero que ahora disfruta de la libertad de ser quién es.

- Se cumplieron cuatro años de la carta que publicaste. ¿Cómo fue el después? Imagino que te tiene que haber costado un montón antes, pero el después tampoco tiene que haber sido fácil.

. Los momentos previos fue como un montón. Siempre digo que fue como un salto al vacío, por el hecho de que no había nadie antes que lo haya hecho, que lo haya dicho, que tuviera el coraje, las ganas, la necesidad. Y fueron momentos bastante duros. Obviamente que hoy después de cuatro años se siente un poco menos la carga. Pero cuando salió publicado yo pensé que no iba a tener tanta repercusión, porque a veces uno menosprecia y dice, bueno, a quién le va a interesar, rápidamente se hizo muy viral el tema de las redes y la prensa fue bastante presión en ese sentido. Hoy, dentro de todo, lo miro y yo el 10 de marzo hice publica la carta y nos encerraron por el tema de la pandemia. Entonces, en ese sentido, fue como, por un lado, fue como, ‘no estoy jugando y estoy más centrado en esto que fue como, bueno, estoy tranquilo’, yo estaba en Comodoro en ese momento. Y bueno, tratando de entender todo lo que estaba pasando, porque de repente fue como mucha información y estar en el ojo de la tormenta, que por una situación que debería ser natural. Después cuando volví a jugar fue como otra situación de estrés a la hora de sentirme tranquilo, que no se me mire tanto, o que iban a pensar los demás, o en los contrarios mismos para tratar de sacarme del partido. Pero la verdad es que poco a poco esos fantasmas se fueron yendo, porque la verdad es que los periodistas siempre me trataron super bien, mis compañeros, los contrarios, siempre fui tratado con sumo respeto, como tiene que ser. Me sentí muy tranquilo y poco a poco se fue calmando o pasando esa tormenta y hoy me siento muy tranquilo, me siento súper bien y tengo una vida sumamente “normal”, donde antes no podía hacer cosas como mi novio ir a la cancha o si es que estoy en pareja o si me junto a comer con el equipo que vaya mi novio. Son situaciones que por ahí hoy las naturalizo, porque es como chiva mi novio y lo invitan y está todo súper bien, pero antes era extremadamente impensado. Entonces hoy tenés esta realidad que es la que me hace feliz y la que me hace estar orgulloso, me ponen contento. Fue un trabajo bastante duro, sin dudas, fue un terreno donde no estaba muy allanado el camino, pero muy contento con todo el trabajo que hice, con la percepción de toda la gente, del ambiente del básquet.

- Tuviste esa primera temporada sin público, que por ahí también era un efecto en tu cabeza que podía jugar bastante.

. Por eso, fue re loco porque cuando se cortó nosotros volvimos el año siguiente en octubre a jugar más o menos en la próxima Liga. Estábamos todos aislados en hoteles y en la cancha no se permitía el público y fue como una vuelta más tranquila, pero no voy a negarte que el primer partido por ahí con público fue como ‘bueno, vamos a ver qué pasa’, pero después te vas dando cuenta que gente desubicada siempre hay. Pero bueno, hoy dentro de todo son los menos, porque muchas veces se dice esto, que es parte del folclore y demás. Sí, yo entiendo que sea parte del folclore, pero hay cosas que pueden ser parte del folclore y otras cosas que no. Me parece que la sexualidad, la religión, la raza, el color de piel son cosas que ya no están siendo parte del folclore, que hay que avanzar en esas situaciones. Obviamente que va a llevar tiempo, pero bueno, hay que empezar a marcarlas, hay que empezar a educar, como dice una amiga. A veces nos toca a algunos y a veces a otros.

- Le das bola a eso en pleno partido, te centrás en la cancha, ¿Cómo es la procesión?

. Trato de aislarme. Si nos ponemos profundos, Si uno piensa que lo que ellos buscan a la hora de putearte es sacarte del partido. Entonces, si uno pica o entra en esas, están logrando su cometido. Entonces es como tratar de estar un poco aislado ante estas situaciones. Hay momentos en que uno puede porque está a 200 pulsaciones por minuto y hay momentos en los que no. Y también entendí que me tocó ser un referente, pero también uno no puede luchar con todas las batallas. Entonces uno va eligiendo qué batalla sí, qué batalla no. El básquet es mi trabajo, es lo que me apasiona y lo que a mí realmente me gusta. Para mí está totalmente naturalizado, es algo que ya no debería ser noticia. Entonces, hay situaciones donde la gente queda expuesta ya cuando hizo un comentario. En ese sentido, sí se ve que se ha avanzado. Pero bueno, sabemos que también el deporte, el básquet, va un poco más atrasado en lo que es la cultura, la actualidad o fuera del deporte. Pero bueno, hay que seguir avanzando y hay que seguir dando visibilidad a estos temas, que son sumamente importantes.

- En alguna nota contaste que te sentías mal antes de esto, deportivamente me imagino que te afectó, seguramente, ¿cómo fue el después, en qué aspecto crees que te liberó dentro de lo deportivo?

. Me afectó muchísimo, había algo que yo no podía resolver, no podía solucionar, no podía encontrar, no le encontraba la vuelta. Para mí era como impensado decir que era gay, hacerlo público, para mí no había chances. Es como, ‘yo me retiro y cuando me retire lo voy a decir, no sé, el día de mañana’, llegué a pensar en su momento, o cuando mis viejos se mueran, yo voy a decir que soy gay. Son pensamientos que a veces se tienen en la cabeza. He hablado con un montón de gente que es como con tal de no enfrentar a tus viejos, con tal de no enfrentar la realidad, porque es una situación de estrés. Es difícil. Entonces era meterme o no en este quilombo. Y cuando yo no lo había dicho y cuando yo vivía oculto, estaba en el armario de alguna manera, yo estuve siete años en pareja. Era ir a la cancha, yo jugaba y él se iba antes, no íbamos juntos, o sea, no nos cruzábamos como nos desconocíamos, o ir caminando por la calle como dos personas, dos amigos y a mí me paraba a saludar a alguien y él seguía caminando como si era una persona que yo no conocía. Y era una situación que generaba mucho conflicto, porque era como que mi vida personal iba por un lado y mi vida profesional por otro. Entonces, era como estaba partido al medio. Inevitablemente, afectaba mucho mi rendimiento porque  mi cabeza nunca estaba tranquila, nunca estaba liberada, siempre estaba con alguna situación. Entonces, era como que gastaba mucha energía en eso. También me pasó de lesionarme mucho en su momento. Era como varias situaciones en las que me tenía que operar el hombro, o desgarrarme, o situaciones donde eran boludeces, somatizando por ese lado, siempre y ahora mismo. Imagínate que tenés un problema un día o una situación que no podés resolver dos días o una semana, tres semanas, un mes. Yo lo llevé cinco años, seis años, y llega un momento que ya no sabes cómo resolverlo. Quizás es una bola de nieve tan grande que es muy difícil. Entonces, cuando lo dije y cuando me pude hacer cargo y aceptarme y entender que lo que yo sentía, o que yo era más importante que lo de afuera, todo empezó a cambiar. Me empecé a sentir mucho mejor, me sentí mucho más tranquilo, mucho más seguro, empecé a no tener que mentir, a no tener que fingir situaciones y eso me permitió estar más seguro en la cancha, sentirme más contento, disfrutarlo más y creo que mi nivel se elevó por eso, la confianza, volví a disfrutar muchísimo del básquet. Antes era como que culpaba mucho al básquet porque yo no podía tener mi vida personal como yo quería. Y era porque yo no me estaba haciendo cargo de lo que estaba pasando.

- Sin ir más lejos, tuviste las dos mejores temporadas en lo estadístico hasta ahora en la Liga después de eso.

. Es la seguridad de la tranquilidad. Me saqué una mochila enorme de encima porque era un peso que ya era imposible de trasladar y era un peso que me tiraba o me estancaba. Entonces, cuando me la pude sacar, la verdad es que pude avanzar y sentirme mucho más tranquilo conmigo, con el entorno, con mi familia, con mis amigos, con el pasado, con mis amigos. Había generado un escudo tan grande que era, ‘no sabemos qué te pasa’. Y también eso me llevó como a una situación donde estaba siendo hipócrita porque si estás generando algún vínculo de amistad, supuestamente tu persona de confianza o tu persona con la que uno puede ser vulnerable y demás, estoy siendo hipócrita porque no estoy siendo sincero, porque le estoy mintiendo, porque no le estoy diciendo una gran parte de mi vida que es importante para mí. Y me ha pasado con mis amigos, que era como ‘me lo decís ahora, ¿por qué me dijiste antes? Pero si somos tus amigos, ¿por qué no dijiste antes? Y yo siempre digo la misma explicación, no es que yo no se lo quise decir antes, sino que a las personas que yo quería o a las que yo sentía que podía perder algo ante el rechazo de ellos o ante la posibilidad de que no lo acepten, me dolía. Entonces a las personas para las que más confianza tenía me costó mucho más decírselos, porque sentía que tenía algo para perder y es así.

- ¿Cuánto amor al básquet recuperaste? ¿Pensaste en dejarlo en ese momento?

. Si, de hecho, cuando yo doy el salto al vacío por el hecho de mi sexualidad lo hice público fue como ‘bueno, que sea lo que tenga que ser’. Había llegado a un punto donde ya no podía más. De hecho, cuando yo decido estudiar mi primera carrera, fue empezar a estudiar para poder retirarme joven, para poder hacer mi vida personal, empezar a hacer otras cosas en mi vida, desenvolverme en otro ámbito laboral y así poder retirarme para tener una vida normal, porque no le encontraba la posibilidad de que mi vida profesional y la privada vayan de la mano. Así que me volví como a reencontrar con el basquet de una linda manera y disfrutarlo muchísimo más, sin dudas.

- ¿La pandemia ayudó a eso? Te pregunto porque fue ese tiempito en el que no hubo básquet tampoco, que estábamos encerrados, que había nada directamente.

. Yo creo que sí, que me ayudó hoy pensándolo con perspectiva no fue algo que uno planea, fue como un, ‘bueno, paremos la pelota, pensemos a ver cómo estás’. Porque también pasan un montón de cosas que yo soy muy de la familia, y cuando pasó todo esto, también, una gran preocupación por la que yo tenía de mis padres. Creo que cualquier padre o madre lo que menos debe querer es que un hijo sufra, que lo criminen. Y son personas grandes y sin duda que les costó y que llevó mucho tiempo a aceptarlo. Y cuando yo hice público, mi viejo estuvo dos o tres días sin salir de casa. Cuando me imaginé que yo hice público, me quedé en la pandemia y me quedé encerrado en Comodoro por tres meses hasta que pude volver. Y cuando volví a la casa de mis padres, a estar con ellos y compartir ese parate me ayudó muchísimo, me ayudó muchísimo a volver a conectar con ellos, a tener charlas súper incómodas y súper lindas con ellos y tomarnos el tiempo, porque muchas veces uno, cuando va por la vida, como que vas en piloto automático con un montón de cosas, cuesta.

-¿Cuál fue el rol de Gimnasia en todo esto?

. Para mí fue súper importante porque en el momento en que yo les dije que quería hacerlo y lo que necesitaba, no es que yo quería hacerlo por un capricho. Sino que les dije ‘mi vida ya no va más, yo quiero un cambio y necesito esto’, siempre me acompañaron, nunca nadie se opuso y cuando lo hablé con el entrenador se lo comunicó a los dirigentes y fue como ‘si te apoyamos, te respetamos, lo hacemos como quieras’. Y fue súper valioso. Es un gran ejemplo de cómo los clubes tienen que apoyar y respaldar estas decisiones, y no solamente eso, sino también son ejemplos de que el deporte tiene que ser realmente inclusivo. Yo soy una persona grande, pero también en las formativas, en lugares donde los chicos son jóvenes. Muchas veces pensé dejar de jugar por mi elección sexual. Y pasé momentos bastante duros, entonces también hay jóvenes que el día de mañana yo siempre digo que mucho tiempo busqué un referente en el basquet gay y referente, y nunca encontré. Entonces, una vez me dijeron una frase de ‘tenés que ser el referente que vos tanto buscabas cuando eras niño’. A veces es una presión, es un peso bastante pesado, pero con respecto al club es que es fundamental que los clubes apoyen y fomenten el tema de la visibilidad. Porque uno nunca sabe lo que está viviendo cada niño o niña, y es fundamental que lo puedan acompañar, que estén preparados. Las asociaciones o los clubes también tienen que estar preparados para acompañar ese proceso de un chico o una chica. En este caso Gimnasia fue un ejemplo espectacular, porque super acompañaron, apoyaron, y es lo que tienen que hacer. Entonces, no solamente uno tiene que estar preparado para darle visibilidad y para que se note, para que se empiece a hablar del tema, sino que también los clubes tienen que estar preparados, porque es fundamental, porque mucha gente deja de jugar al basquet o deja de hacer un deporte por su sexualidad o por su elección sexual. Y la verdad que no está bueno, porque el deporte en sí tiene que ser sumamente inclusivo, para que todos podamos sentirnos cómodos y todos podamos disfrutar del deporte en sí.

- ¿Cómo tomás ese lugar de referente?

. Es difícil, porque muchas veces yo he dicho que no soy un referente y es como que me da medio soberbio. Me tocó ser el primero y me parece súper interesante que los chicos el día mañana, algún joven o alguien que le esté pasando lo mismo o alguna situación similar, diga que se puede ser gay y ser deportista profesional, que no es una limitante, porque antes en mi cabeza si lo era, o para mis padres. Me acuerdo siempre cuando se lo dije a mis padres, porque yo se los dije antes que todos, les dije ‘yo quiero que ustedes se enteren por mí que yo soy gay y no por una boca’. Y lo primero que te hizo mi viejo, ‘¿qué vas a hacer con el básquet?’ por el tema de la discriminación, porque te pueden apartar, por no poder lograr tus objetivos profesionales, ese como ese miedo a. Que se entienda que no estamos haciendo nada malo, que simplemente queremos ser felices y que se puede. A veces es pesado esto de ser referente o haber sido el primero, pero bueno, también hay que hacerse cargo. Me encanta poder compartir, no me gusta dar consejos, es compartir mi experiencia cómo yo la viví y te puede ayudar. Entonces, me parece que es fundamental darle visibilidad y seguir, que se hable del tema es fundamental.

- ¿Sentís felicidad a cuatro años?

. Sumamente feliz, sumamente feliz. Es re loco, porque cuando uno hace para atrás, pues es el Seba de los 26, 27, donde veía todo oscuro y era como, era imposible, impensado yo pensar que a los 32, 33, o sea, tengo 35, quiero decir, iba a estar jugando al basquet, que todo el mundo sepa que soy gay, que voy a estar súper tranquilo. Y estoy muy contento, realmente estoy muy feliz con el presente que tengo. Y está buenísimo, está buenísimo que esto se pueda dar. Y bueno, esperemos que no haya más gente, obviamente, que lamentablemente no es que esto va a cambiar de un día para otro, pero que sigamos dando pasitos y que todos tengamos lugar en el deporte, que creo que es lo más importante.

Alejandro Malky / [email protected]
En Twitter: @basquetplus
En Twitter: @alemalky

Compartir