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NBA: Julius Erving y el traspaso que destrozó a los Nets

10:12 20/10/2020 | En 1976, los de New York fueron forzados a moverse a New Jersey y a ceder a su figura por dinero para

Julius Erving y su acuerdo con los 76ers. (Foto: AP)

Mucho antes de su llegada a la NBA, Julius Erving ya era una leyenda del deporte. Sus años en la ABA con los Virginia Squires pero principalmente con los New York Nets lo convirtieron en uno de los mejores jugadores del mundo a pesar de no haber disputado un solo minuto en la liga más importante de todas: dos campeonatos, dos MVP Finals y tres MVP entre tantos otros logros. Sin embargo, un día como hoy la franquicia neoyorquina perdió a su máxima figura y destrozó su futuro por muchos años. Esa decisión estuvo marcada por varios aspectos.

Todo comenzó en 1976, cuando la exinta American Basketball Association fusionó a cuatro de sus equipos con la NBA debido a sus problemas económicos: los Nets fueron, junto a Denver Nuggets, San Antonio Spurs e Indiana Pacers, los elegidos para entrar a la competencia. Sin embargo, contaban con un problema diferente al resto. La liga a la que iban a sumarse ya contaba con la presencia de un equipo en New York. Y no cualquiera: los Knicks, dos veces campeones en lo que iba de la década y dueños del imponente Madison Square Garden.

Esta organización, enfurecida por la llegada de otra a su terreno, presionó a los directivos del torneo para demandar a los Nets por una cifra que rondaba los cinco millones de dólares. Ante esto, la posibilidad más clara que encontraron desde la gerencia de los de la ABA fue un suicido deportivo: enviarles a Erving, el líder y MVP de las Finales ganadas en la última temporada de esa competición, para llegar a un acuerdo. Increíblemente, los Knicks rechazaron la generosa oferta.

No obstante, pocos equipos iban a ser tan ingenuos como los de New York. Sabían que uno de los grandes revolucionarios del juego estaba en el mercado y a un precio irrisorio. Philadelphia 76ers, deseoso de recuperar la gloria que había conseguido en épocas anteriores, pujó por el Dr J: tres millones de dólares para los Nets y otros tres para el jugador. Asfixiados por el cambio de escenario y el golpe que el combo Knicks-NBA le asestó al llegar, estos aceptaron. Esa cifra fue, luego, la razón por la que Erving vistió el dorsal 6 en los de la ciudad del amor fraternal.

Así, sin su superestrella, la franquicia también se vio forzada a mudarse a New Jersey para no ocupar el espacio previamente conseguido por su rival. Demasiados cambios en tan poco tiempo como para no verse reflejado en la pista: durante el curso 1976/77, los Nets ostentaron un récord de 22-60. Entre ese año y 2001, sólo superaron la primera ronda de playoffs en una ocasión y tuvieron trece campañas en las que apenas ganaron treinta partidos o menos.

Por otro lado, Erving continuó con su exitosa carrera: fue All-Star en once oportunidades, ganó el MVP de la etapa regular en 1981 y se consolidó como uno de los líderes del conjunto de los 76ers que se llevó el campeonato en 1983, además de alcanzar las Finales cuatro veces. Fue el contraste perfecto para una historia que estuvo estrictamente ligada a los beneficios económicos y logísticos de terceros y que hipotecó casi tres décadas de una institución. O, como bien se podría resumir en la Argentina, el mejor ejemplo de lo que significa pagar derecho de piso.

 

Leandro Carranza | [email protected]
En Twitter: @basquetplus | En Twitter: @leocarranza99

 

 

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