Juegos Olímpicos

Argentina-España, la rivalidad que marcó época

15:45 02/08/2024 | Se cumplen 20 años del Oro Olímpico de Argentina. En ese 2004, España también empezaría un recorrido que ambas naciones caminarían a la par compitiendo con logros.

Nocioni y Gasol, insignias de España y Argentina (Getty)

La falta de Argentina en los Juegos y la eliminación de España en la fase de grupos marca el fin de una era dorada para dos de las selecciones más emblemáticas del básquet internacional. Por primera vez en este siglo, ninguno de estos equipos estará entre los mejores ocho, lo que resalta un cambio significativo en el panorama mundial. La rivalidad entre ambos, fortaleció a naciones que no tenían tanta historia escrita con sus selecciones nacionales. España fue la kryptonita de Argentina cuando todo comenzó en el 2004, un golpe que envalentonó a la albiceleste para conseguir el Oro que tanto buscaría España.

Argentina, con su legendaria Generación Dorada, dejó una huella imborrable en la historia del baloncesto. Este grupo, encabezado por jugadores como Manu Ginóbili, Andrés Nocioni, Fabricio Oberto y Carlos Delfino, llevó al país sudamericano a la cima del deporte. La medalla de oro en los Juegos Olímpicos de Atenas. Además, consiguieron la medalla de bronce en Pekín 2008 y fueron finalistas del Mundial 2019 en China, reafirmando su estatus como una potencia mundial.

España, por su parte, también vivió una era de esplendor con su propia Generación Dorada. Jugadores como Pau Gasol, Juan Carlos Navarro, José Calderón, Rudy Fernández y Sergio Llull llevaron a España a conquistar múltiples títulos. Ganaron la medalla de plata en los Juegos Olímpicos de 2008 y 2012, y el bronce en 2016. Además, se coronaron campeones del mundo en el 2006 y 2019. Este grupo transformó a España en una potencia europea y mundial, consolidando su legado con cada torneo.

El torneo de París 2024 representa un punto de inflexión. La ausencia de ambas selecciones en la segunda fase, junto a la ausencia de figuras como Pau Gasol y Luis Scola, evidencia un cambio generacional. Aunque estos dos países han producido generaciones de jugadores talentosos, la transición no ha sido sencilla. Nuevas figuras emergen, pero aún deben demostrar que pueden mantener el alto nivel de competitividad que sus predecesores establecieron.

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