Fue un lunes movido en este comienzo de la Selección argentina en Las Vegas. Un doble turno furioso que tuvo una lesión inesperada, que siguió con el arribo del resto de los integrantes del plantel y la delegación, y que terminó, ya en el cierre del segundo entrenamiento en el coqueto Cox Pavilion, con la mejor noticia posible desde Argentina, el testeo negativo de Gabriel Deck.
El Tortu, a horas de viajar a Las Vegas, el viernes pasado, había dado positivo de Covid-19 y se aisló en Colonia Dora, Santiago del Estero, en buenas condiciones de salud y sin síntomas. La contraprueba se decidió no hacerla de inmediato, esperando que tal vez algunos días después pudiera dar negativa. Y así fue. Se realizó el domingo y ayer por la tardecita se conoció la buena nueva, recibiendo así el alta epidemiológica de parte del departamento médico de CAB. Ahora el ala pivote deberá someterse a estudios de rigor, sobre todo cardiológicos, para descartar secuelas del virus y luego, si todo está okey, emprenderá su viaje para sumarse a la delegación argentina en Estados Unidos.
La mala sucedió por la mañana, cuando el cuerpo técnico ayudaba –como habitualmente lo hace- a los jugadores en ejercicios de técnica individual y Gabriel Piccato sintió un fuerte dolor en el pie derecho. El cuerpo médico de la delegación lo evaluó y determinó que es una posible rotura del tendón de Aquiles, un diagnóstico que esperan confirmar este martes a través de una resonancia magnética para definir los pasos a seguir.
Por lo pronto, el Alma Argentina completó su segundo día de entrenamientos, ya con el arribo de Taya Gallizzi y Juampi Vaulet, quienes llegaron con el segundo entrenamiento comenzado por una demora en sus vuelos y se movieron diferenciado. Así ya están los 13 y se completó el plantel disponible, salvo Deck y Juan Fernández, quien está en Letonia para el Mundial U19 que comienza el 3 y será evaluado por lo que haga en aquel torneo con su camada.
Otro que va de a poco es Pato Garino luego de una temporada con algunas lesiones y poco rodaje. Todo tiene que ver, además, con la impactante intensidad de los entrenamientos. Sergio Hernández considera que no sobra tiempo y que hay que acelerar. “En diez días tenemos nuestro primer amistoso”, les recalcó a sus dirigidos, pensando en el amistoso con Nigeria, el 8. Luego se vendrá el cuadrangular, el sábado 10 ante Australia, el lunes 12 contra Nigeria y cerrará el martes 13 contra Estados Unidos.
En esta puesta a punto el cuerpo técnico alterna entre sesiones largas de un turno, como la de este martes (cuatro horas a la mañana), o dos en una misma jornada, como este lunes. En todas hay bastante carga táctica, buscando refrescar conceptos del 2019 y buscando que el equipo sea muy agresivo y aún más veloz que en el Mundial 2019. Oveja se trae entre manos un equipo atrevido, muy intenso, que arriesgue en defensa y explota, a partir de lo colectivo, las mayores virtudes en ataque a partir del salto de calidad que han exhibido casi todos los jugadores en estos últimos dos años.