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La bandera francesa flamea cada vez con más fuerza en la NBA. El draft 2025 volvió a confirmar una tendencia que ya es estructura: Francia produce talento como pocas naciones fuera de Estados Unidos. Con tres seleccionados en primera ronda —Noa Essengue (#12), Joan Beringer (#17) y Nolan Traoré (#19)— el país suma nueve picks de primera ronda en los últimos tres años, consolidándose como la cantera internacional más influyente de la actualidad. Lejos quedaron los tiempos donde un solo francés por año era noticia.

El crecimiento es exponencial. En 2016, Francia aportó dos nombres a la primera ronda: Guerschon Yabusele y Timothé Luwawu-Cabarrot. Luego vinieron Frank Ntilikina (2017), Sekou Doumbouya (2019), y Killian Hayes (2020), todos como apuestas puntuales. Pero la irrupción definitiva se produjo en 2023 con la llegada de Victor Wembanyama como primera elección global, acompañado por Bilal Coulibaly (#7) y Sidy Cissoko (#25). En 2024 la historia se repitió con Zaccharie Risacher y Alexandre Sarr ocupando los dos primeros puestos del draft, mientras Tidjane Salaun completaba el tridente desde el sexto lugar. Francia no solo exporta, domina.

En 2025, la clase gala volvió a impactar con diversidad y proyección. Noa Essengue, alero de 18 años surgido del Ratiopharm Ulm, fue el primero en ser elegido (#12 por Chicago Bulls), sin pasar por la NCAA, algo cada vez más habitual en el scouting europeo. Joan Beringer, un pívot de 19 años formado en el Cedevita Olimpija, fue elegido por Minnesota en el #17, mientras que Nolan Traoré, base explosivo y figura de la Basketball Champions League, fue captado por los Nets en el puesto #19. Tres perfiles distintos que reflejan la amplitud de recursos que ofrece la cantera francesa.

Este fenómeno no es casualidad. Francia cuenta con un ecosistema sólido: estructuras de formación como el INSEP, una liga nacional que apuesta por los jóvenes, y una fuerte inversión estatal en el deporte base. La LNB Pro A se ha convertido en una incubadora de talento NBA, y las selecciones juveniles francesas acumulan medallas y visibilidad en torneos FIBA. El producto final es una generación que supera a las demás en Europa, de donde salieron 9 de las primeras 30 selecciones de este año. Israel fue la sorpresa internacional de la noche con dos representantes (Ben Saraf y Danny Wolf, elegidos consecutivamente por los Nets). Rusia volvió al mapa con Egor Demin en el 8 también para Brooklyn, Lituania puso a Kasparas Jakucionis para Miami, España festejó por Hugo González a Boston y Suiza cerró los 30 primeros con la mención de Yanic Konan Niederhauser para los Clippers.