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Los Nets dejaron su huella en el draft 2025 con una jugada sin precedentes: seleccionaron cinco jugadores en la primera ronda, algo que nunca había ocurrido en la historia de la NBA. Pero no se trató solo de cantidad: cuatro de esas elecciones fueron jugadores internacionales, marcando una apuesta decidida por el talento global. Desde un base ruso moldeado en la cantera del Real Madrid hasta un ala pivote nacionalizado israelí con tiro perimetral, Brooklyn tejió una red diversa que emula más a las Naciones Unidas que a una franquicia tradicional.

Con el pick número 8, los Nets sorprendieron tomando a Egor Demin, base ruso de 2 metros, que brilló en BYU tras su paso por el Real Madrid. Es un armador largo, con buena visión de cancha, sólido defensor y capacidad para manejar los ritmos del juego, aunque aún debe trabajar en su tiro exterior. Once posiciones después, en el puesto 19, Brooklyn eligió a Nolan Traoré, el eléctrico base francés que viene destacándose en torneos juveniles con su selección. Tiene piernas rápidas, hambre de protagonismo y un perfil atlético ideal para liderar una ofensiva moderna.

En el puesto 22 llegó el único estadounidense del quinteto: Drake Powell, un escolta versátil con buena lectura defensiva y capacidad para atacar en transición. Powell aporta orden y equilibrio en un grupo cargado de apuestas creativas. Pero Brooklyn no había terminado su viaje internacional: en el 26 seleccionaron a Ben Saraf, base israelí con pasado reciente en el Ratiopharm Ulm de Alemania. Es un generador nato, con creatividad para asistir y liderazgo desde el drible. Su talento para el pase y lectura del pick and roll lo convierten en una joya en desarrollo.

Finalmente, cerraron su histórica primera ronda con Danny Wolf en el pick 27, un ala pivote nacionalizado y seleccionado por Israel que viene de jugar en la Universidad de Michigan. Wolf es una rareza para su puesto: buen tiro exterior, recursos ofensivos desde el perímetro y visión de juego por encima del promedio, aunque con dudas en su físico y en defensa. Judío practicante, su historia incluye momentos de tensión en canchas universitarias marcadas por el conflicto político. Ahora será parte de una franquicia que parece decidida a construir desde la diversidad, con un núcleo joven que abarca más pasaportes que cualquier otro equipo de la liga.