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Generalmente en el básquet no se suelen vivir los clásicos como sí pasa en el fútbol, en el cual no solo hay grandes rivalidades dentro de una ciudad, sino que dentro de un país y en ocasiones dentro de un continente, pese a ser de distintos países.

En el básquet hay pocos que se vivan tan efusivos y, sin dudas, que los más destacados están en Serbia, Grecia y la zona balcánica. El mayor clásico serbio es entre Estrella Roja y Partizán, dos de los clubes más importantes, además con una gran historia dentro del básquet.

Hace unos días se disputó el primer cruce entre ambos clubes en la Euroliga, pero en el pasado hay una gran cantidad de duelos, varios con incidentes entre jugadores, hinchas y jugadores con hinchas.

El mayor recuerdo es el que ocurrió en la final de la liga serbia en 2014, en el primer partido de la serie. Partirán era local y principal candidato al título, los ánimos estaban caldeados: en el tercer cuarto el dueño de casa retiró su equipo de la cancha por sentirse perjudicado por el accionar arbitral.

A falta de 8min20 para finalizar el encuentro, Estrella Roja estaba arriba 69-64 cuando se armó una terrible trifulca, una pelea a puñetazos terrible entre jugadores que se expandió a las tribunas entre los hinchas de ambos equipos. El estadio fue desalojado por completo y tras un prolongado tiempo pudo volver a jugarse.

Pero no volvieron todos: fueron expulsados siete jugadores de Partizán y seis de Estrella Roja. El dueño de casa tenía apenas tres jugadores en cancha, luego tuvo que salir por faltas Bogdan Bogdanovic, elegido mejor jugador joven de la Euroliga, con lo cual debió terminar con dos, el mínimo permitido por FIBA.

Finalmente la victoria fue para Estrella Roja por 97-88. Partizán, firme candidato al título, pese a las suspensiones sufridas, dio vuelta la serie y la terminó ganando por 3-1, coronándose campeón.