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El comisionado de la NBA, Adam Silver, ha impulsado varios cambios durante su gestión, y recientemente declaró que reducir la duración de los partidos a 40 minutos podría beneficiar a la liga. A esta idea se ha sumado LeBron James, quien en su podcast Mind The Game junto a Steve Nash, expresó su apoyo a esta propuesta y agregó otra posible modificación: adoptar la regla de interferencia (goaltending) de FIBA, que permite tocar el balón una vez que ha tocado el aro, independientemente de si va a entrar o no, así se podría barrer la pelota como suele pasar en el básquet internacional. 

LeBron destacó que los partidos de 40 minutos se juegan a un ritmo más acelerado y con mayor urgencia desde el inicio, lo que les da un atractivo particular. Aunque admite que modificar la duración podría alterar la historia y las estadísticas de la NBA, considera que es un tema que vale la pena discutir. En cuanto a la regla de interferencia, se mostró entusiasta, señalando que, aunque no se aplica tan seguido como uno pensaría, le da emoción al juego bajo el aro.

Cambiar la duración de los partidos sería un reto mayor por su impacto en los récords históricos y la percepción de los fanáticos, además del posible desajuste entre el precio de las entradas y el tiempo efectivo de juego. En cambio, la modificación de la regla de interferencia se ve como un cambio más viable, ya que requeriría una adaptación técnica de los jugadores, pero podría aportar dinamismo. LeBron, lejos de ser un veterano reacio al cambio, demuestra estar abierto al debate sobre cómo mejorar el juego.