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Se ha dicho ya varias veces que la crisis empezó en los playoffs del año pasado, cuando Jimmy Butler, de lengua ligera, declaró luego de perder contra Boston 4-1 en la primera ronda que si él hubiese estado hubieran ganado. Pocas cosas peores se le pueden hacer a Pat Riley, una mente brillante en el armado de equipos, manejo de personalidades y visión de futuro. 

Riley había sacado a Butler de la mugre en 2019, luego de su salida explosiva de Minnesota a Philadelphia, donde  no llegó a completar una temporada. Pero es sabido que Jimmy no tiene el control absoluto de sus palabras y ese día se pasó de listo, ante compañeros que estaban desolados por la derrota. Riley fue contundente: "El que no puede estar en la cancha debe cerrar la boca". 

Ya nada fue igual. Y como la relación explotó esta semana pasada tras una conferencia de prensa post partido en donde Butler dijo que creía que ya no volvería a ser feliz en Miami, se adelantó lo que era una estrategia del Heat. Dejarlo hasta el final de la temporada y ahí ver cómo negociarlo. Riley, de hecho, había dicho que no lo iba a traspasar, pero luego no pudo sostener esas palabras ante la velocidad de los hechos. Y Butler, para colmo, lo sigue picanteando con videos como el que subió el otro día en su Instagram. Así y todo, no sería absurdo ver a Butler continuar en Miami hasta fin de temporada y luego negociarlo en el receso. Igual, no es fácil. 

Ahora la cuestión pasa por qué hará Miami, que a la larga es el dueño de la situación, ya que Butler no tiene acuerdo para vetar un traspaso. No es fácil colocar a alguien como Jimmy: caro (49 millones de salario este año, algo más de 52 el que viene), veterano (35) y polémico. Cuando no le gusta algo, lo rompe. Él, dicen, quiere ir a Phoenix y, dicen, Phoenix lo quiere. Parece buena sintonía. El tema es como cuajar un trade donde alguien se haga cargo de Bradley Beal (lo único que puede ofrecer Phoenix real) y Miami reciba algo decente por su máxima estrella. Miami quiere a alguien que le permita ganar ahora y que no comprometa su espacio salarial por mucho tiempo. Encima Beal sí tiene cláusula para aprobar un trade que lo involucre. Más difícil. 

Si sacamos a Phoenix y a los ya casi descartados Warriors, Rockets y Mavericks, sería un destino para desterrar a Butler. Conociéndolo, no parece una buena opción para el que lo reciba. Sin su aprobación, aunque no exista la cláusula firmada, es absurdo llevarlo, salvo para negociarlo de nuevo a fin de temporada, ya que la 2025/26 es decisión del jugador. Se habla de San Antonio Spurs. No parece tan mal destino para Butler. Aquí la ingeniería de las franquicias involucradas será clave y, sobre todo, sus tácticas a mediano plazo. Mientras, Jimmy deberá seguir enfocado en vender el café de su marca, Big Face.