¿Por qué debería ser James Harden el MVP de la temporada NBA?
17:00 19/04/2017 | Comenzamos un repaso sobre los motivos que han colocado a cinco jugadores en la lucha por el MVP. Empezamos con James Harden.
La lucha por el MVP de la NBA vino más exigente y discutida que nunca en esta 2016/17. A diferencia de otros años, donde la carrera parecía ser entre dos o a lo sumo tres, en esta ocasión hay múltiples candidatos firmes para llevarse la distinción. Y para potenciar aún más el debate, la liga decidió que anunciará al ganador recién en junio, si bien los votos ya fueron emitidos. Con esto en mente, nos propusimos realizar una serie de notas repasando los puntos fuertes de cada uno de los favoritos. El primero en la lista: James Harden.
Para empezar a analizar lo que fue el año de Harden, hay que retroceder a la previa de la temporada, cuando Mike D´Antoni anunció una noticia que en su momento levantó polémica: el ex Oklahoma City abandonaría su puesto habitual de escolta, para ocupar la posición del base. Las críticas fueron inmediatas, acusando que la decisión haría de Houston un equipo aún más dependiente de su máxima figura y le sacaría rodaje y fluidez colectiva a su ofensiva. Básicamente, se volverían Deportivo Harden. Sin embargo, ocurrió todo lo contrario.
Es cierto que el ahora base terminó acaparando un inmenso número de posesiones de los Rockets (finalizó el 34% de los ataques de su equipo mientras estuvo en cancha, sin contar asistencias), pero lo hizo sin dañar al conjunto. De hecho, potenció a todo el mundo: los texanos terminaron con el segundo mejor ataque de la fase regular (detrás de Golden State), lideró la liga en promedio de asistencias (11,2) y fue el jugador que estadísticamente más triunfos le aportó a su equipo en el costado ofensivo (11,5 win shares).
Con Harden a la cabeza, los Rockets superaron las expectativas de todos. Finalizaron terceros en el Oeste, cuando la mayoría de los especialistas los proyectaban como apenas ingresando a playoffs en esta campaña. Otro punto clave: luego de años turbulentos y con claros problemas de química entre sus estrellas, Houston fue por fin un equipo y el cambio de mentalidad de Harden fue fundamental para eso. Sin relegar nada desde su desequilibrio individual (29,1 puntos; máxima de su carrera), el barbudo fue la pieza que permitió el perfecto engranaje de la máquina de D´Antoni.
En todo esto, hay un hecho que no puede dejarse de lado y pasa por la importancia del esquema del propio entrenador. Más allá de algunas frustraciones recientes en su carrera, D´Antoni siempre ha sido el DT perfecto para los jugadores creativos como Harden. De hecho, fue el ex Suns quien generó un contexto ideal para que Steve Nash ganase dos MVP en la 2004/05 y 2005/06 y ahora parece haber hecho algo similar para el surgido de la Universidad de Arizona State. Sin ir más lejos, si comparamos sus números actuales con aquellos de Nash, el hombre de Houston parece tener ventaja.
Jugador
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Años
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Pts.
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Asi.
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Reb.
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TC%
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TL%
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Steve Nash
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2004 a 2006
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17,2
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11,0
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3,8
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50,8%
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90,5%
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James Harden
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2016/17
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29,1
|
11,2
|
8,1
|
44,0%
|
84,7%
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En todo este escenario, obviamente no nos podemos olvidar del mencionado desequilibrio individual. Harden sigue siendo uno de los dos o tres atacantes más efectivos del torneo (sino el más), lanzando un 54% en dobles, un 35% en triples y un 85% en tiros libres. Su capacidad para ir a la línea es inigualable alrededor de la liga (10,9 intentos por presentación) y fue responsable de 56 tantos de su equipo por partido (anotados o asistidos), la mayor cifra de todos los tiempos.
Si todo esto no te convence, repasemos otros hitos de su campaña: consiguió 30 puntos y 10 asistencias en 27 ocasiones, lo cual representa un récord desde que se tiene registro (1983/1984); se unió a Adrian Dantley como los únicos en la historia en promediar 29 unidades con 19 tiros o menos por encuentro; fue el único jugador en anotar 2000 puntos y asistir en otros 2000 en una temporada, mientras que los Rockets van a terminar la campaña como una de las 10 mejores ofensivas de todos los tiempos.
Por otra parte, en el pasado siempre se ha criticado a Harden por su falta de entrega defensiva. Y si bien sigue sin ser un jugador estelar en este costado, su intensidad mejoró. Su rendimiento como rebotero en el aro propio fue el mejor de su carrera (6,9 por partido) y no protagonizó tantas jugadas de desconcentración como en el pasado. Insistimos: sigue sin ser su punto fuerte, pero teniendo en cuenta su rendimiento extraordinario en ataque, su defensa ha sido lo suficientemente adecuada como para anotarse entre los favoritos al MVP. ¿Será el elegido en junio?