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Tuvieron que pasar más de seis meses para que la Federación Española de Baloncesto tomara una decisión con respecto al entrenador de la selección, luego de la salida de Juan Antonio Orenga, tras la eliminación en el Mundial organizado en el 2014. La elección: un viejo conocido de la casa, como Sergio Scariolo.

Aunque todavía no es oficial, desde distintos medios de España ya lo dan como un hecho y todo parece indicar que Scariolo estará haciendo su regreso al banco de uno de los seleccionados más ganadores de la última década, para en principio, dirigir el Eurobasket de este año.

La primera etapa del italiano a cargo de España fue excelente. Asumió en el 2009, año en el que ganó el Eurobasket y si bien terminó sexto en el Mundial de Turquía 2010, se recuperó en la temporada siguiente, volviendo a emerger como campeón europeo. El 2012 fue su último período al frente del equipo y lo cerró con un gran Juego Olímpico en Londres, consiguiendo la medalla de plata.

Igualmente, esta España no es la misma de aquel tiempo. Los años pasan para todos y más allá de que pocos cuentan con su recambio, hoy el plantel da la sensación de estar en una etapa de transición, entre aquellos que van saliendo y los nuevos que van entrando. Esto no quiere decir que no vayan a ser competitivos, ni mucho menos, pero sí que ya no aparecen uno o dos escalones por encima del resto básquet FIBA, como hasta hace poco.

El desafío para Scariolo, entonces, será doble, en un escenario que tiene muchos puntos en contacto con el de Sergio Hernández en Argentina. Así como ya son varias las bajas confirmadas entre nuestros compatriotas para Monterrey 2015, también lo son para el Eurobasket: Ricky Rubio no llega por lesión, Serge Ibaka se espera que se tome un descanso, mientras que son muchas las dudas sobre la participación de Juan Carlos Navarro y los hermanos Gasol. Veremos si la llegada del nuevo entrenador tiene algún efecto en ese sentido.

Más allá de altas o bajas, para el europeo 2015, España tendrá un grupo que ya de por sí es un problema. Rivales como Serbia, Italia, Turquía y Alemania, además de Islandia, prometen darle dura batalla y exigir al máximo a los ibéricos.

Por otra parte, vale recordar que la búsqueda para el cargo estaba bastante limitada, ya que la ACB contractualmente no le permite a ninguno de sus entrenadores activos, tener un vínculo con el seleccionado. Por lo tanto, los nombres debían salir por fuera de la Liga Endesa.