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El mundo cree que los grandes clubes tienen dirigencias extraordinarias que nunca se equivocan, pero la realidad marca que no es así. El Real Madrid lo demuestra este verano, en donde ha cometido una seguidilla de errores que le pueden costar caro. 

Primero, no creerle a Facundo Campazzo cuando hace tres meses les dijo que se iba a ir a la NBA. No previeron el tema, no fueron a buscar fuerte un reemplazo y ahora se quedarán sin Facu y sin el jugador que hubiesen pretendido por él. 

Luego manosearon demasiado la situación con Nico Laprovittola por el mismo motivo. Como creían que Campazzo se quedaría, le dijeron que se buscara equipo. Como luego se dieron cuenta que no tendrían muchas opciones, le dijeron que se quede. Veremos cómo termina esa novela en octubre, cuando se abra el mercado de la agencia libre NBA.

Luego, o en el medio, mejor dicho, dieron por hecho el fichaje de Ante Zizic, el pivote croata de 23 años y 2.08 metros que estaba en Cleveland. Sin embargo, varias semanas después, Zizic se va a Israel, prefiriendo la oferta del Maccabi Tel Aviv, toda una declaración de principios. Fichará por dos años, según el colega Moses Barda. 

Y ojo que no termine mal también la historieta con Gabriel Deck. El argentino tiene un año más de contrato, con una salida relativamente baja a la NBA (sin fecha tope), y el club quiere renovarlo, pero subiéndole mucho esa cláusula. Obviamente, el santiagueño no aceptó eso y prefiere un año más con contrato bajo para luego ser libre. ¿Y si la NBA lo busca en octubre? Sería otra pérdida dolorosa para los de Laso.