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El escandalo que comenzó hace algunos meses e involucra a Olympiacos y Panathinaikos parece no tener un fin. Todo comenzó cuando Olympiacos no salió a disputar la segunda mitad del clásico griego como medida de protesta ante el arbitraje. El conflicto fue subiendo su temperatura y concluyó en el descenso del equipo de El Pireo.

A pesar de las protestas, Olympiacos aceptó jugar en la segunda división griega, pero emitió un comunicado en donde expresa en qué condiciones piensa hacerlo. Inscribirá un equipo B, formado por jóvenes de El Pireo y otros equipos griegos, Olympiacos no será el nombre oficial para la competición, y además, los partidos los disputará en una cancha de entrenamiento.

Olympiacos registered in the Greek second division but also announced that the senior team will play only in the #EuroLeague. A B team may play in the second division. It happens for the first time in European history

— Aris Barkas (@arbarkas) 19 de julio de 2019

Todos estos cambios son para afrontar una competición (la segunda división) a la que se ven obligados a participar por “razones puramente legales” según los mandatarios de la institución. “Cualquiera que piense o tenga la ilusión de que puede ‘jugar’ con el nombre glorioso, la historia y los aficionados del Olympiacos, tendrá que enfrentarse con nosotros”, expresaron con tono desafiante en el comunicado mencionado.

También se conoció que el roster principal del conjunto griego solamente jugará la Eurolliga, un hecho sin precedentes en Europa. “La Euroliga tiene todos los elementos que la califican como una liga seria, moderna y confiable”, señaló la cúpula dirigencial.