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A lo largo de su extensa carrera, LeBron James ha sido muy criticado por los fanáticos de la NBA por haber perdido más Finales de las que ganó. En este momento, disputa sus décimas y lo hace con la camiseta de Los Ángeles Lakers. Ha triunfado en tres de las nueve anteriores y tiene la chance de sumar un cuarto título. Sin embargo, a pesar de ese enfoque negativo que se le da a su impacto en las series por el campeonato, hay un dato que demuestra su trascendencia a la hora de prevalecer en las mismas.
Hasta el momento, el actual alero de la franquicia de California ha enfrentado un total de tres partidos en los que su equipo tenía la oportunidad de coronarse si ganaba. Ocurrió en 2012, 2013 y 2016. Jamás perdió. Los dos primeros fueron mientras defendía los colores del Miami Heat, mientras que el último lo encontró con la camiseta de Cleveland Cavaliers.
Al profundizar, esa realidad se vuelve incluso más destacable: si bien el primero (al igual que el que enfrentará este viernes) correspondió a un quinto partido, los dos siguientes fueron en un séptimo y decisivo cruce. Ambos le pusieron enfrente a una institución dominante: en 2013 fueron los San Antonio Spurs del Big Three, que habían ganado 58 partidos en temporada regular y sólo habían cedido dos juegos en sus series anteriores de playoffs. El otro, ante los Golden State Warriors que rompieron el récord de victorias en etapa regular de los Chicago Bulls, con 73. Mañana, el Rey puede  agrandar esa estadística y mantenerse implacable.