La Liga Nacional sigue armándose poco a poco de cara a la temporada 2017/18. Y si bien todavía no hay nada concreto ni cerrado porque estas cosas se tienen que aprobar en la asamblea de julio (se haría dentro de la primera quincena), en el horizonte se empieza a tejer un posible formato en cuanto a cantidad de partidos y sistema de competencia.
El formato de disputa era todo un enigma porque con el lanzamiento de las ventanas FIBA había cierta incertidumbre sobre cómo podía impactar dentro de la competencia. Con eso en mente se empezaron a barajar posibles alternativas como achicar el formato de 56 a 48 partidos, una opción que se habló hace un tiempo y, si bien todavía no está descartada del todo, actualmente aparece con menos fuerza.
Sin embargo los planes cambiaron un poco cuando se confirmó que la Liga puede continuar su curso en el medio de las ventanas FIBA (se va a seguir jugando salvo los equipos que tienen jugadores dentro de los seleccionados). Esto permite tener el mismo margen de meses de competencia sin tener que achicar el número de partidos, lo que sostendría el sistema de 56 juegos con el que se viene jugando hasta ahora.
Por eso, de las dos opciones que se están analizando es más que posible que la que se termine aprobando sea la de mantener esos 56 partidos. En ese caso no habría cambios, se jugaría una temporada más con este número de juegos y se sacarán conclusiones de si fue o no productivo al finalizar la temporada.
Sin embargo, este formato de 56 partidos viene con cambios dentro de lo que es el fixture. Si bien se sostendrá la primera fase y la posterior fase nacional, lo que se está estimando y con mucho quórum es la chance de jugar en días consecutivos. ¿Cómo es esto? Que los equipos tengan giras de visitantes con partidos en días seguidos si se mantienen en la misma ciudad.
Para dejarlo en claro daremos un ejemplo: cuando a Argentino le toque realizar una gira de visitante por Mar del Plata, jugará supuestamente un día frente a Quilmes y a las 24 horas se estará enfrentando a Peñarol (o puede ser al revés, es un ejemplo). La diferencia en este caso está en que no se utilizaría el margen de 48 horas entre los partidos, no estaría ese día hueco o de descanso. ¿Qué pasaría si, por ejemplo, Argentino tiene que seguir de gira post Mar del Plata? Ahí sí se utilizaría el día bisagra para completar el tercer juego de visitante (que en este caso puede suponerse con un posterior viaje a Bahía o Comodoro). Lo mismo sucedería también con equipos que deban hacer giras por Corrientes, Córdoba, Santiago o Capital.
El dato es que, según cada caso, los equipos tendrán entre 7 y 9 veces esta chance de jugar en días consecutivos, y con esta implementación se buscará que los clubes ahorren el gasto hotelero de ese día bisagra entre ambos juegos. Una forma de economizar los gastos de traslado de los planteles y, como efecto dominó, que también sea un ahorro para el público que quiera acompañar a su equipo a las correspondientes giras.
Esta forma de jugar en días consecutivos se está tratando de ejercer para que cada equipo tenga que hacerla al menos 3 veces dentro de la temporada. Si después algún equipo quiere optar por hacerlo más veces lo puede hacer (de hecho puede hacer toda la Liga jugando en días consecutivos siempre y cuando la situación lo amerite).