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Hace poco más de un año Kawhi Leonard cerraba una temporada para el olvido con la camiseta de los San Antonio Spurs disputando muy pocos partidos en la temporada. Envuelto en polémica y entredichos con la dirigencia salió de la franquicia texana rumbo al norte. Al norte y al este, ya que los Raptors fueron los que más se interasaron por él, al punto de cambiar a su figura histórica, DeMar DeRozan.

Con el diario del lunes, como se suele decir, parece una transacción increiblemente lograda, pero en ese momento era una apuesta sumamente arriesgada por parte de Masai Ujiri, presidente de operaciones. Dejar ir al máximo referente de Toronto, a cambio de una estrella, pero que había tenido una temporada muy lejos de las canchas y de su nivel habitual. Hoy el ejecutivo nigeriano es una de las grandes razones de este título, ya que el MVP de estas Finales NBA es ni más ni menos que Kawhi Leonard, quien consiguió su segundo anillo.

Con una historia de vida dura y una forma particular de ser, Kawhi llegó a la cima, pero debió pasar duros momentos cuando hace poco más de 10 años vio a su padre ser asesinado. Más tarde, en los comienzos de la NBA, no estaba llamado a ser una estrella, de hecho fue elegido 15° en el Draft 2011, aunque a fuerza de trabajo se transformó en una de las estrellas top de esta NBA, que a partir del 30 de junio será agente libre. ¿Se quedará en Toronto para revalidar esta temporada memorable de la franquicia canadiense?

La temporada de la redención para Kawhi, el hombre que no se ríe, fue a todo ritmo: promedió 26.6 puntos (49.6% en tiros de campo, 37.1% en triples y 85.4% desde la línea de libres), 7.3 rebotes, 3.3 asistencias y 1.8 robos en 34 minutos por partido. En playoffs fue clave acercándose a récords de Michael Jordan y mejoró su producción, ya que obtuvo una media de 28.5 puntos (49.8% en tiros de campo y 89% en tiros libres), 4.2 asistencias, 9.8 rebotes, 2 robos y 1.1 tapas en 40 minutos. Además, lo que no se ve en los números: le dio al equipo una identidad ganadora, la posiblidad de creerse mejores, un defensor fuerte y compremetido, un beater-buzzer histórico en un Juego 7 de playoffs y sorprendentemente una sonrisa con el título consumado... 

Kawhi Leonard cómo nunca lo has visto  pic.twitter.com/O0OqEtpcsH

— Alfredo Gallegos (@alfredogr_98) 14 de junio de 2019