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Más allá de la extraordinaria planilla de Jimmy Butler en el juego 3 de las finales ante los Lakers (40 puntos, 11 rebotes, 13 asistencias), en todo momento, el alero de Miami dejó en claro que no había nada que pudiera correrlo de su meta: ganar. 

Los Lakers le jugaron duro, le hablaron, lo golpearon, pero Jimmy se levantaba una y otra vez y hasta, con ironía, les contestaba. Con Rondo, incluso, hasta de forma graciosa, luego de una durísima falta del base, quizá tratando de intimidarlo. Por el contrario, fue como que todo eso lo alimentó más cada minuto. 

"No me importan los triples-dobles. No me importa nada de eso. Realmente no lo hago para lucimiento individual. Quiero ganar. Hicimos eso. Estoy feliz con el resultado", dijo tras el juego, en el que terminó exhausto ya que las ausencias de Dragic y Adebayo lo obligaron prácticamente a no descansar: estuvo 44m51s en cancha. 

Sobre ese tema justamente, el de sus minutos en cancha, Butler fue claro, elogiando además a su trainer, James Scott: "Estar en condiciones es un mérito. Aquí en Miami es así. Y estamos orgullosos de eso. Y se lo digo todo el tiempo al entrenador. Cuando más grande es el desafío, para lo que quiera contar conmigo, estoy listo y puedo hacerlo". 

Y agregó al respecto: "No guardé nada de energía. Tenés que vaciar el tanque en cada posesión. Especialmente contra un gran equipo como los Lakers. Pero tenemos un gran equipo. Yo hice el trabajo fácil. Mis compañeros me generaron los espacios. Tuve que tirar cuando estaba abierto, o pasarla cuando no lo estaba. Pero ninguno de nosotros deja algo en el tanque". 

Butler tuvo otra frase muy interesante en la conferencia post juego: "Todos recuerdan ganar. No me importa cuántos puntos anoto. Solo me importa si gané o perdí. El grupo que armaron Pat (Riley) y Erik (Spoelstra), solo habla de ganar. Ojalá en el próximo partido haga cero puntos, ganemos y venga acá. Y diré lo mismo".