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Ya sea por una cuestión o la otra, la familia Ball siempre está en la primera plana de los portales: algunas veces por los rendimientos de Lonzo en la NBA, otras por las incoherencias que dice LaVar, pero ahora también se encargan de llenar páginas en la sección Policiales. Resulta que LiAngelo Ball quedó detenido en China por el presunto hurto de tres locales, cuando su Universidad estaba en el país asiático para jugar un partido amistoso. Todo indicaba que la causa iba a extenderse mucho en el tiempo, de hecho la comitiva de UCLA se había vuelto a su país, hasta que apareció Donald Trump.

Durante su visita de dos días a China durante la semana pasada por cuestiones diplomáticas, el presidente de los Estados Unidos, habló personalmente con Xi Jinping, el mandatario chino, para tratar de solucionar o por lo menos de agilizar el caso. Exactamente eso fue lo que sucedió, ya que los tres jugadores aterrizaron en el país norteamericana en las últimas horas de la tarde de ayer. 

"Estamos muy contentos de que a estos jóvenes puedan regresar con sus familias y a la Universidad", expresó Larry Scott, el Comisionado de la Conferencia Pac-12 de la NCAA, en una carta en donde también le agradeció a Trump y a la Casa Blanca por sus esfuerzos. La temporada de la NCAA ha comenzado para UCLA, aunque el futuro deportivo de los tres protagonistas de este supuesto hecho delictivo es una total incertidumbre.

Donald Trump no se ha conformado con el agradecimiento de Larry Scott y mostró su desencanto en su red social favorita, Twitter: "¿Creés que los tres jugadores de UCLA me han dicho 'gracias, presidente Trump'? Y se han ahorrado 10 años en prisión".

— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) 15 de noviembre de 2017