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Ayer, en París, FIBA aprovechó el lanzamiento formal de su Champions League para dejar en evidencia, claramente, su posición agresiva para defenderse de la ULEB y sus competencias.

Si bien el comunicado de FIBA mundo fue más formal, explicando equipos, sistema de competencia y calendario de la que será la temporada de estreno de la Champions (el campeón recibirá 500.000 euros de premio, y todos al menos 100.000 por participar), FIBA Europa fue mucho más allá y plantó bandera...de guerra.

Entre otras cosas, FIBA Europa dice que la ECA (Euroleague Commercial Assets), que es el organismo que maneja la Euroliga, no contestó a sus cartas donde la acusa de abusiva hacia clubes y ligas, agregando que la ECA piensa en unos pocos clubes en detrimento de la mayoría, con un comportamiento ilegal.

Sin embargo, no es el punto más importante del parte de prensa. Lo más duro viene después, cuando dice que, exceptuando a los 16 clubes de la Euroliga, a todas aquellas federaciones nacionales que apoyen o permitan acuerdos de sus clubes con la ECA; se los inhabilitará para poder participar de las competencias oficiales FIBA.

¿Qué significa esto en los hechos? Que si España, o Francia, o Serbia, permiten que sus equipos vayan a la Eurocup (la otra competencia de la ULEB), no podrán participar de los Eurobasket, por ejemplo. Una amenaza con un objetivo claro: sacarle los equipos de la Eurocup a la ULEB, tras perder la pelea por los pesados de la Euroliga.

¿Quiénes se animarán a desafiar a FIBA Europa? Como publicamos hace 4 días, Tony Parker, dueño del ASVEL, está a favor de la Euroliga y junto con otros dueños apuestan a la Eurocup, ya que no tienen equipos en la Euroliga. ¿Dejará Francia de competir a nivel internacional con su selección o los clubes tendrán que bajar el copete? Es un solo ejemplo. Pero la guerra está en marcha.