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Luego de la victoria del Fenerbahce del martes, había expectativa por ver como reaccionaba el Madrid en el segundo punto de su serie de cuartos de final. Desde temprano, se vio que lejos de una reacción, los españoles volverían a ser completamente dominados por los turcos, que hicieron un partido prácticamente perfecto durante los 40 minutos.

En el inicio, el Madrid pagó caro lo que ha sido su gran déficit en esta temporada: la defensa. Los de Laso daban demasiadas libertades a su rival, que se beneficiaba especialmente dentro de la zona pintada, con un encendido Ekpe Udoh. El dueño de casa controlaba todas las acciones del juego y tras 10 minutos, ya estaba arriba por 27 a 14.

Si el primer cuarto lo marcó el juego interior del Fenerbahce, el segundo lo hizo su perímetro. Con bombas de Hickman y un mortal Bogdanovic, los de Obradovic rompieron completamente el marcador, llegando a tener una máxima de 27 unidades y cerrando la mitad 54-29 al frente.

El Madrid salió con una actitud mejorada al tercer cuarto y pudo recortar a 18 la brecha. Sin embargo, la concentración del campeón duró poco y el Fenerbahce volvió a hacerse dueño del encuentro, con el desequilibrio de Dixon, Bogdanovic y compañía. Tras 30 minutos, todo estaba dicho: 76-48.

El último cuarto ya estuvo de más. Los dos entrenadores rotaron el banco, no sólo pensando en lo que viene para esta serie, sino sobre todo, en sus compromisos del fin de semana por sus respectivas ligas locales. Finalmente, fue 100 a 78 para el Fenerbahce, que deja al Madrid contra las cuerdas, obligado a ganar sus dos partidos en casa, para forzar un quinto nuevamente en Turquía.

Los de Laso ya han dado muestras de reacción en esta temporada, cada vez que estuvieron obligados a reaccionar. Sin embargo, ahora parecen tener su desafío más grande, contra un rival que da muy pocas chances y que a diferencia de otras ocasiones, también está fuerte desde lo anímico.

Andrés Nocioni: 3 puntos, 1-3 en triples y 2 faltas cometidas en 6:29 minutos de juego.