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En un verdadero partidazo, que tuvo un cierre sumamente emotivo, el Fenerbahce se quedó con una victoria clave ante su gente, venciendo al Real Madrid por 78 a 77. En los españoles estuvo disponible Andrés Nocioni, pero no vio minutos dentro del campo de juego.

El partido tuvo de todo y siempre estuvo dominado por la paridad. Los turcos arrancaron mejor la noche, con un 23-19 en el primer cuarto, pero el Madrid reaccionó en el segundo y se fue al descanso al frente por 40-39.

El marcador cerrado se iba a mantener por el resto del juego, hasta los momentos mismos de la definición. Dos libres de Llull adelantaron a la visita por 77-75 en el último minuto, pero Dixon contestó con una penetración, igualando el juego con 16 segundos en el marcador.

El Madrid tenía la última bola y como era de esperar, la misma cayó en manos de Llull, un experto en esta clase de cierres. El base se sacó de encima la pegajosa marca de Kalinici y tomó un tiro abierto a media distancia, que no ingresó. Con apenas un segundo en el reloj, Carroll fue inexplicablemente a pelear por el rebote, que ya estaba en manos de Nunnally, y los árbitros terminaron pitándole una infracción. 

La decisión, muy protestada por los jugadores del Madrid (pareció tocar la pelota), mandó a Nunnally a la línea, desde donde anotó el 78-77 que terminaría siendo decisivo. El triple de mitad de cancha de Carroll no ingresó y el Fenerbahce se llevó un triunfo clave para la tabla de posiciones.

El ganador tuvo un goleo sumamente repartido. Apenas siete jugadores vieron minutos en la rotación de Obradovic y seis de ellos anotaron en doble dígito. El mejor fue el propio Nunnally con 18 unidades, seguido por Udoh con 14. Por el Madrid no fue suficiente la gran noche de Randolph (16 puntos, 6-6 de cancha) ni los 14 tantos y 8 asistencias de Llull.

Con este resultado, el Fenerbahce igualó al Madrid en la segunda posición de la tabla, quedando ambos con marca de 7-3. Puntero, todavía con un partido menos, aparece el CSKA con registro de 7 victorias y apenas una caída.