La NBA 2016/17 que comenzará esta noche tendrá la particularidad de tener cuatro argentinos dentro de la competencia. Nuestro país no tiene esta cantidad de representantes en la mejor liga del mundo desde la 2012/13, pero también es cierto que el protagonismo que ha tenido nuestro país en la última década ha ido creciendo de la mano de un abanderado como Manu Ginóbili.
Justamente el bahiense es uno de los jugadores que se repite, ya en el tramo final de su carrera y en un año especial ya que Manu es uno de los referentes que continúa guiando la renovación de los Spurs. Junto a otros experimentados como Tony Parker y hasta el propio Pau Gasol, Ginóbili aportará esa cuota de experiencia ganadora, ahora sin la presencia de todo un emblema como Tim Duncan, por lo que será interesante ver cómo se ve afectada esta versión de San Antonio.
Está claro que en los Spurs hay muchísimo material, de sobra y joven, porque Kawhi Leonard es el líder y estrella de este equipo junto a un LaMarcus Aldridge. El ala pivote ha tenido rumores de alejamiento de la franquicia, pero finalmente seguirá y será una pieza importante. Danny Green, hoy lesionado, también deberá asumir un mayor protagonismo, mientras que hay caras nuevas como David Lee, Davis Bertans y Dewayne Dedmon que deberán darle profundidad al equipo.
Pero la ausencia de Duncan será clave, sobre todo por lo que representó en su increíble ciclo. Tim seguirá ligado, desde afuera, pero en cancha será otra cosa y San Antonio sabe que para mantener su gran protagonismo no debe perder dos cosas: la identidad del grupo y su idea de juego. Nada cambiará con Gregg Popovich al mando, y por esa misma razón la presencia de Manu tendrá un mayor peso para elevar esa figura de referente y líder. Entrando como opción desde el banco como de costumbre, eso es algo que no variará y que sigue por la misma línea de siempre.
¿Será especial para Manu? Posiblemente porque la idea del retiro está cada vez más cerca. No obstante, Manu ha tenido unas últimas temporadas muy buenas y de hecho la 2015/16 ha sido bastante sana exceptuando por una lesión a principios del 2015. Claro que esto ilusiona, porque se sabe que esa salud física servirá para mantenerse activo y darle el aporte necesario a unos Spurs que nuevamente serán candidatos.
Pero los Spurs tendrán algo que los hará un poco más especiales este año, al menos para nosotros. Y se trata de Nicolás Laprovittola, uno de los dos nuevos argentinos en la NBA. El base logró garantizarse un contrato con los texanos, después de una temporada increíble donde tambiés estuvo Patricio Garino peleando por un lugar en el equipo. El marplatense no quedó (seguramente irá a la D-League con Austin Spurs), pero sí estará un Lapro que en este último tiempo ha tenido un nivel sumamente increíble.
A Laprovittola se lo ha visto muy suelto, con naturalidad dentro de un sueño fantástico. Lo toma de esa forma, porque seguramente eso lo hará mostrarse tal cual es, con algunos cambios en su juego y su rol seguro pero sabiendo que es una oportunidad que se ha ganado merecidamente.
De todas formas no será fácil para Nico, que ya es consciente de que hoy está por detrás de jugadores importantísimos en el puesto de base. Adelante del argentino están Tony Parker, Patty Mills y posiblemente hasta el rookie Dejounte Murray, pero el nacido en Morón está dispuesto a esperar y ganarse su oportunidad. El rol claramente será muy distinto al que tenía el año pasado en Estudiantes de Madrid o en el Lietuvos Rytas, incluso en el Flamengo de Brasil si miramos más atrás, pero con paciencia puede ir acaparando terreno y de hecho en la pretemporada ya se vio cómo ganó bastante camino contra otros.
Sin movernos de Texas, en el mismo Estado, tendremos a otro argentino como Nicolás Brussino en Dallas. El cañadense es el otro de los debutantes en la NBA, y posiblemente sea también el que más sorprendió con lo que ha generado en la franquicia. Con mucho trabajo, demostrando desde hace rato que puede jugar a este nivel, Brussino fue por su sueño y lo terminó consiguiendo.
Brussino estará ligado a unos Mavericks liderados por el eterno Dirk Nowitzki. El argentino pegó el salto cuando se confirmó un convenio por tres años hace un tiempo, aunque nada estaba garantizado y su confirmación contractual por el primer año se dio durante la semana pasada. Días después concretó su ingreso al roster de los 15 que presentará el equipo de Rick Carlisle, en un plano donde ya se venían dando algunas señales importantes como los grandes elogios de su entrenador o el apoyo de compañeros del equipo como el propio Nowitzki (compinche con el pibe), José Juan Barea y demás.
Para Brussino no será sencillo tampoco, porque todavía tiene que demostrar credenciales y porque hay un par de detalles que debe mejorar en este año (como es el tema del físico). No obstante, ya en la pretemporada demostró un tiro exterior mejorado y le ha aportado cosas sobrias al equipo, desde su juventud y sus ganas. Tendrá que ganarse los minutos, pero al igual que Lapro ya demostró que puede estar preparado para cuando llegue su oportunidad de entrar.
Los Mavs darán muchísima pelea dentro de un Oeste durísimo, algo que se viene repitiendo año tras año durante el último tiempo. Nowitzki será el centro de atención, por su experiencia y una calidad que parece inagotable, pero en esta empresa no estará solo porque han llegado dos buenos argumentos como los ex Golden State Harrison Barnes y Andrew Bogut. Estas dos incorporaciones equilibrará la chapa de un equipo que, bajo tutela de Carlisle, se ha caracterizado por buscar dinamismo y recostarse bastante a lo ofensivo. ¿Por qué? Porque justamente Barnes y Bogut darán una mano interesante en defensa y Dallas puede llegar a suplir ese déficit que mostró la temporada en el aro propio.
No alcanzará solo con Dirk para que Dallas se meta en playoffs, esa meta que ha logrado en las últimas tres temporadas pero donde no ha pasado de primera ronda. De hecho no atraviesa el primer cruce de postemporada desde la 2011/12 cuando terminó siendo campeón, por eso ahora ha buscado mayor equilibrio defensivo (veremos si es suficiente) y a su vez acompañará a Nowitzki con otros jugadores importantes como Deron Williams, Barea, Seth Curry o Salah Mejri. Con los jóvenes como Brussino y un equipo que parece sobrio en su armado, pretenderá una temporada más positiva.
Finalmente, un poco alejado de Texas y de hecho mudándonos al Este, encontramos a Luis Scola en su nueva travesía por Brooklyn. Los Nets no son candidatos, incluso son los que menos prometen dentro de las apuestas de temporada. Hay con qué respaldar las pocas esperanzas porque los Nets vienen de ser de los peores de la 2015/16 (récord 21-61, obviamente sin meterse en playoffs).
Pero está en una reconstrucción si se quiere llamar, buscando llegar a unos primeros planos que no consiguen meterse desde hace más de una década. El proceso de renovación está un poco más actualizado, claro, pero los Nets no pasan más allá de una segunda ronda de playoffs desde la 2002/03, cuando estaban radicados en New Jersey y después de perder finales contra San Antonio. Desde que están en Brooklyn, lo más lejos que han llegado fue hace dos años cuando arribaron a semis del Este y perdieron contra Miami.
Está claro que en los Nets buscarán una nueva revancha este año, y especialmente en el plano de latinos el equipo será seguido con una atenció particular. Acá no solo nos referimos a la presencia de Luifa, sino también a las de Greivis Vásquez y Jorge Gutiérrez. Si a eso le sumamos la diversidad de nacionalidades que tiene en su plantel con croata Bojan Bogdanovic o el canadiense Anthony Bennett, quizá estemos ante un básquet interesante bajo el mando de Kenny Atkinson (donde incluso quieren sumar a Néstor García para el staff de entrenadores asistentes).
Pero no todo será color de rosas, por antecedentes de los últimos años y también por una pretemporada donde al equipo neoyorkino no le ha ido muy bien que digamos. Mucho habrá por corregir, sobre todo en una preparación en la que tuvieron partidos con resultados de derrotas abultadas, pero la historia recién comienza ahora. Y acá en estas nuevas páginas que se escriben hay que sumar a un centro de atención como el base Jeremy Lin (buscando reflotar su nivel tras temporadas discretas), Trevor Booker y un referente en la pintura como Brook López. No parecen tener un talento avasallante en la liga, pero sin dudas es un equipo que reúne jugadores que pueden darle cosas buenas y que si logran una comunión colectiva pueden subir algunos escalones.
Scola será parte de una rotación donde ya ha demostrado tener algunos buenos juegos de pretemporada. Sumará desde el banco pero está claro que absorberá buenos minutos, al menos desde el vamos será la intención primaria. En esa búsqueda de identidad del equipo, el capitán argentino parece tener terreno para tener una temporada en nivel importante independientemente de lo que puedan llegar a dictar los resultados de Brooklyn en general.