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La temporada 2016/17 arranca este martes y llega pisando fuerte, con muchos condimentos que la vuelven una campaña especial. Esta comienza con narrativas para todos los gustos, tanto para el ambiente NBA en general, como para el argentino en específico, con la llegada de dos nuevos representantes y la continuidad de otros tres.

Todo indicaba que por primera vez desde la 2010/11, Argentina tendría a cinco jugadores en el máximo nivel, pero a último momento, Pablo Prigioni fue cortado por los Rockets. Del resto, el único que se mantiene en su equipo es Manu Ginóbili con los Spurs. Luego, Luis Scola fichó para los Nets, mientras que Nicolás Brussino y Nicolás Laprovittola se sumaron a Dallas y San Antonio respectivamente.

En cuanto a las expectativas colectivas para ellos, hay que marcar que Ginóbili y Laprovittola estarán en unos Spurs que nuevamente quieren pelear por el título. Los otros dos argentinos aparecen algo por detrás. Dallas está en un aparente año de transición y Brooklyn es uno de los candidatos principales a quedar abajo en el Este.

De todas maneras, la expectativa de cara a este torneo sobrepasa al presente de nuestros compatriotas. La gran bomba del mercado la dio Golden State, sumando al equipo récord de la 2015/16 (ganaron 73 partidos de fase regular) a nada menos que Kevin Durant. La liga nunca ha visto una combinación de tiradores como la de los Warriors y más allá de los ajustes que deberán hacer, son el amplio favorito a quedarse con el anillo.

Para hacerlo, deberán superar a su némesis de la campaña anterior: los Cavaliers de LeBron. Cleveland no hizo grandes fichajes, pero tampoco perdió jugadores claves y se ilusiona con repetir la gloria conseguida en el junio pasado. La tarea será más difícil que nunca, pero dentro de una Conferencia Este donde no parecen tener rivales serios, pueden regular y prepararse de la mejor manera para los partidos que realmente les importan.

Lo que sí hay en el Este es paridad detrás de los Cavs. Boston, Toronto, Atlanta (con Dwight Howard) y Charlotte, son algunos de los candidatos a completar el podio, pero no están solos. De hecho, de las 15 franquicias de la Conferencia, podríamos decir que apenas Brooklyn y Philadelphia no tienen reales chances de ingresar a la postemporada. Con el resto, puede pasar cualquier cosa.

Muy distinta es la situación en el Oeste, donde aún con su poderío, Golden State tendrá que estar preparado noche tras noche. San Antonio viene de ganar 67 partidos y aunque perdió a Tim Duncan, le encontró un reemplazante de lujo: Pau Gasol, quien se suma a las nuevas figuras de la franquicia, Kawhi Leonard y LaMarcus Aldridge. Además, los Clippers siempre dan pelea, Houston quiere emular a los Suns de Steve Nash y Portland está preparado para la confirmación, luego de ser sorpresa. ¿Y OKC? No hay dudas de que sentirán la salida de Durant (e Ibaka), pero con Russell Westbrook a la cabeza, buscan mantenerse competitivos. Y ojo, que el base está más enojado que nunca.

Un punto que parece se repetirá con respecto a la 2015/16, es el pobre nivel de varias de las franquicias más históricas. Philadelphia y los Lakers son favoritos a terminar con el peor récord de la competencia, mientras que los Knicks armaron un equipo con Rose, Noah y Anthony, capaz de pelear por el campeonato... de hace cuatro años atrás.

En este sentido, la mayor incógnita pasa por Chicago, que dio otro de los golpes del mercado con Dwyane Wade y tiene jerarquía con el ex Miami, Rajon Rondo y Jimmy Butler. Sin embargo, su rotación de internos es floja y hay muchas preguntas sobre cómo sobrevivirán en la NBA de hoy, con tres perimetrales con muy poco tiro exterior. De hecho, los Bulls no le escapan a esa realidad del Este de conjuntos que pueden finalizar o entre los cuatro primeros lugares o quedarse sin playoffs.

Pasemos a las individualidades. Además de los nombres habituales, hay varios jugadores de los que se espera un salto al estrellato. El principal es Karl-Anthony Towns, elegido por los GM´s como el jugador que elegirían hoy para empezar una franquicia. El pivote tiene todo para brillar y junto al canadiense Andrew Wiggins, liderarán la resurrección de Minnesota. ¿Otros nombres a seguir? Kristaps Porzingis podría terminar siendo lo más positivo dentro de los veteranos Knicks; Nikola Jokic no para de crecer en Denver y Devin Booker, de los Suns, es el escolta del futuro. 

El año también promete el surgimiento de una nueva ola de pivotes, entre los que se destacan Steven Adams (Thunder) y Rudy Gobert (Jazz). Por otro lado, ¿será por fin el momento en el que Anthony Davis se mantiene alejado de las lesiones y se transforma en el jugador realmente dominante que puede ser? Lamentablemente, en New Orleans no tiene demasiada compañía.

Veremos por otro lado cómo le va a varios novatos, incluyendo a Brandon Ingram en los Lakers y a los enormes talentos que sumó Philadelphia: Dario Saric, Joel Embiid (si está sano, cuidado) y Ben Simmons, quien debutaría recién en enero. Kris Dunn en Minnesota (¿forzará un traspaso de Ricky Rubio?), Jaylen Brown en Boston, Buddy Hield en New Orleans y Jamal Murray en Denver, son otros apellidos a tener muy en cuenta.

Por último, hay que marcar que este podría ser el año donde varios jugadores importantes cambien de camiseta. Son muchos los rumores de traspasos y algunas especulaciones incluyen a Chris Bosh (Miami), Bradley Beal (Washington), Jahlil Okafor (Philadelphia), Kenneth Faried (Denver), Ricky Rubio (Minnesota), Blake Griffin (Clippers), Brandon Knight (Phoenix), LaMarcus Aldridge (San Antonio), Rudy Gay (Sacramento) y para no perder la costumbre, su compañero en los Kings, DeMarcus Cousins.

Por todos estos factores, la ansiedad por el arranque del torneo es cada vez más fuerte. Afortunadamente, solo hay que esperar algunas horas más, porque desde este martes, el show vuelve al ruedo.