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Desde las 21:15 de este jueves, Argentina comenzará a transitar el camino que espera desemboque en el Mundial de China 2019, buscando uno de los siete boletos que estarán en juego en las eliminatorias americanas. Se trata de un sistema novedoso, con sus pros y sus contras, pero todavía con más interrogantes que certezas, tanto en cuanto a la producción propia, como a las exigencias que pueden presentar los rivales.

Lo cierto es que la selección afrontará esta primera ventana con bajas muy importantes: del equipo de la AmeriCup, no están disponibles Facundo Campazzo, Patricio Garino y Luca Vildoza, por jugar la Euroliga, ni tampoco Nicolás Brussino por estar en la NBA. Además, Luis Scola solo estará presente en uno de los dos juegos de esta llave inicial: mañana contra Paraguay, mientras que se perderá el duelo ante Panamá como visitante.

Argentina comparte grupo con Paraguay, Panamá y Uruguay, dentro de una zona que clasificará a tres de los cuatro para la siguiente ronda. Si bien en principio los de Hernández no deberían tener problemas en avanzar, será clave que lo hagan ganando la mayor cantidad de partidos posibles, teniendo en cuenta que estos se arrastrán para la etapa decisiva. Además, en esa segunda parte de las eliminatorias, es muy probable que lleguen rivales mucho más complicados como Estados Unidos, México y Puerto Rico, todos con calidad y localías fuertes.

Pero más allá de esto, buena parte de las incógnitas que rodean al equipo nacional pasa por lo propio. Es cierto que la AmeriCup fue una prueba aprobada para muchos, pero también lo es el hecho que ahora deberán responder sin el corazón y el perímetro titular de aquel equipo. Jugadores como Laprovittola, Deck y Delía, deberán tomar un protagonismo considerable, intentando abrir el camino para el aporte de los menos experimentados en el seleccionado. Y dentro de ese contexto, ¿qué rol tomarán los veteranos que se suman al plantel (Mainoldi, Sandes, Aguirre, Mata)? En principio, parecería que cumplirán un papel importante y muy valioso.

Entre el poco tiempo de preparación para cada partido y las bajas, Argentina tendrá que reinventarse sobre la marcha y aprovechar parte del conocimiento ganado durante la AmeriCup, al menos por la mitad de su nómina. En ese sentido, tiene una ventaja con respecto a otras selecciones: un entrenador que conoce a casi todos y una línea de juego que sacando detalles, no ha cambiado en las últimas dos décadas.

¿Qué puede esperar de sus rivales de grupo? Paraguay es claramente el más débil de la zona, presentando un equipo que no solo está un par de escalones por debajo en términos de calidad individual, sino también con mucha juventud y sin varias de las figuras habituales. Panamá, en cambio, ofrecerá desafíos bastante más difíciles, especialmente en su casa. Siempre son una incógnita en cuanto a la química entre sus piezas, pero tienen nombres y experiencia suficiente como para pelear de igual a igual. Uruguay, por su parte, será el obstáculo más conocido e intentará sobreponerse a la baja de jugadores claves como Jayson Granger y para esta primera ventana, Bruno Fitipaldo. Eso sí, tendrán uno de los juegos internos más fuertes del torneo, con dos moles como Esteban Batista y el brasilero naturalizado Hatila Passos.