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Luego de una nueva derrota, en el clásico ante Instituto, y que dejó una nueva mala noticia (la partida de Powell por problemas personales), dialogamos con el entrenador de Atenas, Nicolás Casalánguida, que sigue poniéndole el hombro a un año complicado.

-¿Cómo lo viste al equipo?
. Primero felicitar a Instituto, que ganó jugando mejor en momentos importantes. Siento que no tuvimos un buen primer tiempo defensivo, a pesar de una gran eficacia de Instituto. Jugaron con un porcentaje altísimo de tres puntos, pero nosotros no provocamos dificultades, sobre todo en el primer tiempo. En el segundo tiempo, hubo un cambio marcado en la defensa, no jugaron cómodos. Me voy con la sensación que encontramos cosas positivas: el equipo hizo 17 asistencias y 9 pérdidas, que era algo que hace mucho no podíamos hacer, después que encontramos un jugador, en la parte ofensiva y en la intensidad, como Roberson, que no había hecho un entrenamiento de básquet, e hizo un partido que evidencia que tiene cosas para darnos.
Nos vamos con la sensación lógica de bronca de perder, porque muchas veces nos pudimos poner en juego. Tenemos que pulir algunas distracciones y eso no va a hacer dar un paso más. Hoy jugamos con un interno muchos minutos y con Powell jugando poco, porque deja el equipo. Tiene que resolver algunas cuestiones familiares y, mentalmente, no estaba para jugar más. Por eso, también, es valioso lo que hizo Martina, jugando muchos minutos de cinco. Seguimos en una situación en la que el equipo está encontrando cosas y, todavía, no tenemos la consistencia para dar ese salto de calidad que buscamos, pero estamos mucho más cerca.

- A las lesiones de los bases, el problema que tenes con Gutiérrez y  Baralle, que jugó unos minutos, y ahora esto de Powell, ¿A quién va a traer la dirigencia en los próximos partidos? Amalgamar un jugador nuevo, son muchas ventajas que da un equipo.
. Nosotros no tenemos que pensar en cosas negativas o ponernos en situación de víctima. Es lo que tenemos y el equipo se fue armando como se fue armando. No tenemos que victimizarnos. Powell se tiene que ir e incorporaremos en el receso que hay por la ventana, que es un buen momento para incorporar y entrenar. Hay mucho que hacer, es un equipo que está jugando sin entrenar casi, por la cantidad de partidos y de viajes, que hemos tenido en este mes. Vemos que hay un grueso del equipo que está y mostrando evolución. Hemos conseguidos dos victorias y pasajes de buen básquetbol, que eso es lo que nos alimenta. Nos quedamos con ese tipo de mejoras.

-¿Por qué cuesta conseguir esa regularidad y plasmar ese tercer cuarto por más tiempo?
. Es simple, porque incorporamos cuatro jugadores en el último mes y estamos jugando contra equipos que llevan seis meses juntos. Hay ofensivas que los jugadores todavía no conocen, hay situaciones defensivas que estamos puliendo. Es muy difícil formar un equipo así. Lleva una estructura que hay que ir sosteniendo.

-¿Qué fue lo que cambió de una mitad a otra?
. Mejoramos en las defensas de bloqueo directo, en los rebotes, contestamos mejor los tiradores de Instituto y empezamos a circular en ofensiva, mediante Roberson, jugando situaciones de bloqueo directo. El equipo tiene que ir incorporando pequeños detalles, como los ajustes ante los ajustes del rival. Nos quedamos con lo general y cuando tenemos que pulirlo en el partido, con situaciones que se van presentando. Las distracciones de los cierres no nos las podemos permitir más. En el partido anterior tuvimos dos cierres malos, hoy uno. Son golpes. Esos son puntos a mejorar.

-Ahora ya estás pensando en Obras.
. Ya mañana pensamos en el partido del domingo y después tenemos 17 días para prepararnos y que el equipo entrene como debe entrenar un equipo. Es muy complejo sostener un funcionamiento colectivo sólido, con juegos. Esta ventana nos viene de primera.

Roberto Martín / [email protected]
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