Basquetplus.com

Serbia cerró su participación en los Juegos Olímpicos de París 2024 con una medalla de bronce que supo a gloria, y lo celebró a lo grande. En el documental Court of Gold, Bogdan Bogdanovic reveló la magnitud de los festejos tras la victoria sobre Alemania en el partido por el tercer puesto. “Fue una fiesta todo el día. No puedes sentarte a descansar. Disfruta el momento, sigue adelante, sigue adelante. No quieres que termine. Queríamos estar históricamente borrachos”, confesó el escolta de Los Angeles Clippers, reflejando el desahogo de un equipo que vivió un verano de ensueño.

Más allá del desenfreno, el grupo comprendió la importancia de la gesta. Aleksa Avramovic, en un emotivo brindis, puso en palabras el sentimiento del plantel. “Gracias, compañeros, por este verano maravilloso. Este bronce brillará como oro, y volvemos a nuestro país como ganadores”, expresó el base. Y no era una exageración. Serbia plantó cara a los grandes y dejó su huella en el torneo, ratificando su lugar entre las potencias del básquet mundial.

El bronce llegó tras un ajustado triunfo sobre Alemania, con Nikola Jokic firmando un triple-doble clave: 19 puntos, 12 rebotes y 11 asistencias. Del otro lado, Franz Wagner lideró a los germanos con 18 puntos y 9 rebotes, mientras que su hermano Moritz aportó 16 unidades. Con su mística intacta, Serbia no solo se llevó una medalla, sino que reafirmó su identidad competitiva. Como lo demostraron en la cancha y fuera de ella, la historia se construye con victorias, emociones y, por supuesto, con una gran celebración.