Bahía Basket 63 - Obras Basket 62
Bahía Basket superó una nueva prueba de fuego en la Liga, esquivó otra bala y parece no detenerse. En un partidazo, con un Osvaldo Casanova repleto y recibiendo la visita de un Obras en pleno ascenso, el equipo de Sebastián Ginóbili estuvo más acertado en el cierre y logró una nueva victoria por 63-62 para mantenerse como el único invicto de la temporada. Un doble de Redivo y una defensa bárbara en la última bola le pusieron el moño a otra feliz noche para los bahienses.
Obras arrancó claramente más enchufado, apretando en defensa donde sobre todo hizo un excelente balance a la hora de volver. Eso le permitió soltarse en ataque pero explotando defensivamente hasta el punto de secar casi por completo a Bahía. El local, sin poder correr, se vio en un serio aprieto ante un rival que claramente entendió dónde debía enfocar su trabajo.
Horner dio muchas soluciones, pero Obras tuvo varios argumentos más para justificar su ventaja. Los capitalinos se llevaron el primer cuarto por 18-9, en un llamado de atención para un Bahía que exceptuando la labor de Jasen (7 puntos) careció de alternativas ofensivas y muchas veces forzó su ataque.
De a poco Bahía mejoró, con mayor agresividad en el fondo pero teniendo también a un fantástico y ascendente Johnson en cancha. El pivote fue clave, elevó su nivel, anotó una rachita con 12 unidades y así puso a su equipo a solo un paso de darlo vuelta (25-24).
De todas formas a Bahía le costó porque Obras tuvo material para contrarrestar, y acá sobresale la necesaria tarea de Bortolín con la buena compañía de algunos otros como Zanzottera o el mismo Horner. El Tachero aguantó y se sostuvo, aunque Redivo tuvo un fantástico cierre de parcial (metió un triple sobre la chicharra) y apretó la historia: 30-29 para los de Casalánguida al descanso largo.
Todo estuvo más activo en el reinicio de las acciones, cambiando el liderazgo en el marcador constantemente pero también con un nivel muchísimo más intenso, con ambos equipos corriendo la cancha y dos elencos que no se dieron tregua.
Bahía elevó su rendimiento en varios artistas como Jasen, Corvalán o Vaulet, mientras que Obras no se quedó atrás y concretó un muy sobrio periodo con momentos de Barral, Horner en defensa y el aporte de Herrmann. El Tachero terminó sacando ventajas en el final con libres de Brown, aunque sin terminar de despegarse y poniéndose 54-49 al ingresar al último periodo.
El juego pasó a ser más ajedrecístico, friccionado y con ambos equipos ofreciendo una intensidad terrible. Johnson volvió a ser un factor clave en Bahía, sin embargo lo de Horner en Obras siguió siendo magistral y de su mano la visita llegó a tomar una ventaja de tres (60-57) a cuatro minutos del final. La diferencia de una posesión no sentenciaba nada todavía, pero para el momento del partido y el trámite del mismo ya empezaba a ser un tanto importante.
El cierre empezó a representar una carga emotiva para ambos pero dentro de esa tensión Bahía comenzó a regenerarse, alimentándose del calor del Casanova y asimilando positivamente esa presión. Claro, ante su gente y la tranquilidad de que mucho de su juego empezó a respaldarse en los líderes (partidazos de Johnson y el inoxidable Jasen), los pibes empezaron a soltarse y un doble de Vaulet permitió que Bahía retome la ventaja (61-60) a poco más de dos minutos.
Como ya es costumbre, la defensa de Bahía resultó ser la gran llave para abrir las puertas de la victoria. La defensa de Jasen (le sacó una falta en ataque a Horner) y un rebote de Vaulet maquillaron los errores ofensivos, aunque de todas formas terminó siendo un final reñido porque Obras nunca bajó los brazos.
Dentro del juego inteligente que ambos plantearon en el final fue Bahía el que se lo terminó llevando. Redivo (ya casi recibido en especialista en los cierres) anotó un doble bárbaro para devolverle la ventaja a Bahía por 63-62, segundos después de que Bahía sufriera un golazo de Herrmann en contra. Y luego, con una defensa bárbara y sin permitirle opciones claras a Obras (el tiro de Barral no entró), le terminó de poner el candado a un nuevo triunfazo bahiense para que el equipo de Ginóbili siga transitando por la senda invicta.
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