La Liga 2017/18

A 30 años del título, Garrone recordó las anécdotas del Atenas de 1987

19:54 19/12/2017 | Walter Garrone habló con Básquet Plus conmemorando los 30 años del primer título que logró Atenas en la Liga Nacional. El nacimiento de una dinastía.

El 19 de diciembre de 1987 siempre será una fecha recordada dentro de la Liga, aunque más aún dentro del histórico marco de Atenas, ya que en aquella oportunidad alcanzó lo que fue su primer título de Liga Nacional. Desde entonces comenzó a cosechar la reconocida serie de títulos que lo distinguen como el equipo más ganador de nuestra competencia, sin olvidar que en aquel tiempo dio uno de los grandes golpes al derrotar a Ferro en Héctor Etchart (93-80 en el cuarto juego de la serie) y alcanzar el tan anhelado campeonato.
 
Para recordar la huella que dejó tan enorme conquista del Griego, Básquet Plus compartió una entretenida charla con Walter Garrone, entrenador del elenco cordobés en aquella época. Dentro de un plantel que se caracterizó por tener muchos jóvenes que luego fueron ídolos del básquet cordobés y nacional (Marcelo y Mario Milanesio, Pichi Campana, entre otros), con experimentados como Germán Filloy, Runcho Prato y Donald Jones, el profe Garrone explicó algunos pormenores y anécdotas que tuvo aquel Atenas de 1987 que hoy cumple 30 años de tan sensacional título.
 
- Se cumplen 30 años del primer título de Atenas, ¿cómo vivís este aniversario y qué recuerdos te llegan?
. Lo que recuerdo es que tuvimos la fortuna de jugar una final contra un equipo que era digno a imitar, Ferro. Era el equipo que todos quería imitar, todos querían jugar con ellos, era una gran institución y un gran equipo, y tuvimos esa fortuna de jugar esa final y quedarnos con el título. Recuerdo que esa noche después del partido lloviznaba un poquito, después de cenar estaba sentado en el cordón de la vereda del hotel viendo el festejo nuestro, y en ese momento lo tenía al lado a Marcelo (Milanesio) que a cada rato me decía "Walter, esto es histórico". Y seguro que fue así, sino mirá cómo fue que ya pasaron 30 años y todavía se recuerda.
 
- Además al ganarle a ese Ferro.
. No, ni hablar, era el equipo a vencer, el equipo que venía de ser campeón sudamericano. Pero bueno, nosotros teníamos un equipo que no solamente ese torneo sino en años anteriores también veníamos peleando las finales, realmente teníamos un grupo de jóvenes, casi chicos te diría, que eran unos caraduras como el caso de Pichi (Campana), Marcelo, Mario (Milanesio)... eran muchachos muy caraduras, y sobre todo teníamos dos grandes jugadores como Germán (Filloy) y el Runcho Prato, y Donald Jones que era un obrerito tremendo. Realmente era un equipo competente y, si no mal recuerdo, Pichi estaba tremendo y hacía como 40 puntos.
 
- Claro, en el cuarto partido hizo 39.
. ¿Viste? Era tremendo. Aparte ese partido lo jugamos con pocos jugadores, jugué con los más grandes, los que más tenían rendimiento. No era como en el básquetbol de ahora que según el máximo rendimiento del jugador se cambia, sino que se mantenía por el equipo, no había grandes sustituciones y recuerdo que Marcelo salía por cinco faltas.
 
- ¿Te dabas cuenta de lo que iban a ser a futuro jugadores como Pichi, Marcelo y demás?
. Te digo que acá en Córdoba se entrega un premio estímulo, y todos ellos deberían haber sido premio estímulo porque la verdad es que eran espectaculares. Veíamos que eran chicos que iban a jugar a un altísimo nivel, realmente se los veía, aparte los dirigí en la selección de Córdoba siendo juveniles y después mayores, así que los tuve durante mucho tiempo a este grupo de jóvenes. Ahora ya son todos hombres.
 
- ¿Y cómo eran de chicos?
. Yo no sé cómo serán los jóvenes de ahora pero ellos siempre llegaban antes al entrenamiento, practicaban a muerte, se quedaban un rato más a entrenar inclusive, y cuando tenían un rato libre también. Yo tuve la suerte de tenerlo un tiempo a Rubén (Magnano) como asistente, él los llevaba por la mañana temprano y entrenaba solo con ellos y ellos estaban dispuestos a trabajar. Lo único que no les gustaba mucho era el tema de las pesas porque en ese tiempo había un mito de que si hacías pesas podías perder el tiro, entonces luchábamos contra ese mito y dos veces por semana hacíamos pesas. Son muchachos que eran capaces de jugar hasta lesionados, aparte se comprometían con el grupo y hasta armaban cantos para la tribuna, estaban muy identificados. Eran muy responsables, comprometidos y con unas ganas de ganar cada juego que es difícil de explicártelas. Cuando jugábamos un partido importante no hacía falta otra motivación, con solo tener ese partido en la cabeza era una alta motivación para trabajar durante toda la semana, en cambio cuando jugábamos contra equipos donde por lógica quizá podíamos ganarles más fácil entonces la motivación costaba un poco más.
 
- Yendo a ese torneo del 87, ¿sentiste que iba a ser una piedra fundacional para lo que iba a ser Atenas después con todos los títulos que luego ganó?
. Sí. Veníamos bien ya antes de eso, creo que nunca antes habíamos bajado del cuarto puesto, siempre estuvimos metidos ahí entre las finales desde que empezó la Liga, siempre estábamos peleando por el título. Este grupo fue muy importante, porque desde siempre ya apuntaba a ser cosa seria en el futuro. Y así lo fue. Para colmo también tuvimos esa fortuna de que, eran todos de diferentes edades y se amalgamaron haciendo un grupo excepcional, era un grupo tremendo y eso ayuda mucho a la hora de los resultados deportivos. Y sobre todo eran muy respetuosos, lo que les indicaba Runcho o les decía Germán lo seguían, todos querían entrar en la cancha y ganar.
 
- Fuiste campeón tres veces con Atenas...
. Casi cuatro en realidad, porque en los últimos dos meses del 90 me llevaron a Estados Unidos. Estuve allá durante 56 días recorriendo las universidades de Estados Unidos, y en esos dos meses que quedó Rubén salimos campeones.
 
- ¿Te quedás con alguno de esos planteles dentro de tus favoritos o a todos los tomás por igual?
. Hubo jugadores que marcaron diferencias. El puesto del base, si bien todos nos acordamos de Marcelo Milanesio, ahí estuvo también Gastón Blasi, que estaba para la selección pero lamentablemente tuvo un accidente de moto y quedó imposibilitado de poder continuar con el plantel. También algunas veces el Pichi se nos fue, volvió, y para nosotros además del Pichi lo que veíamos de Mario (MIlanesio) era ser un tirador tremendo. Lo que mayor rendimiento deportivo tenían eran los nacionales, los demás ayudaban y colaboraban, pero no eran tan importantes como los nacionales. Por ejemplo Donald en cierta manera, y que se interprete bien esto que te digo, prácticamente aprendió a jugar al básquet acá porque era muy fuerte pero bastante limitado en sus movimientos. Después con el tiempo acá se puso tremendo, pasó a ser un jugador de enorme calidad. De él terminamos aprendiendo todos también, sobre todo yo.
 
 
Juan Estévez / [email protected]
En Twitter: @JuanEstevez90
En Twitter: @basquetplus
 

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