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Triples, diversión, puntos en múltiples formas y, sobre todo, liderazgo hasta el hartazgo, aún cuando las cosas no salen de la manera más idóne. Eso y más simboliza Stephen Curry en los Warriors, demostrando que la fidelidad todavía existe en la NBA. Golden State se ubica en el octavo puesto del Oeste y una parte fundamental del rendimiento del plantel es el experimentado tirador. 

El asesino con cara de bebé continúa sucumbiendo las bases de la liga y en esa revolución consigue récords por doquier. La última víctima fue Michael Jordan... Según un dato de NBCS Warriors, Curry es el primer guardia (base/escolta) desde que el 23 lo consiguiese en la 1995/96 en anotar al menos 25 puntos con 50% en tiros de campo durante nueves juegos consecutivos.

Las lesiones vienen azotando a los Warriors y Curry está siendo exprimido como un jugo de naranja para que los de la Bahía se mantengan competitivos. Tal es así que el porcentaje de uso del exterior esta campaña es de 32.3%, lo que significa la tercera marca más alta de su carrera en ese aspecto. 

Esa mayor preponderancia lo revitalizó y el hijo de Dell Curry no hizo más que potenciarse, logrando el tercer mejor PER de su periplo en la NBA (26.1) e impactando dentro y fuera de la llave con un True Shooting de 66.9%, el cual también es el segundo más alto de su carrera en la competencia de Estados Unidos.

Gracias a todo esto y más, los Warriors se mantienen con un récord de 14 victorias y 13 derrotas. La incertidumbre todavía está sacando la cabeza como una tortuga al salir de su caparazón, pero mientras que Curry siga en este nivel, Golden State estará bien. Porque todo, absolutamente todo, sigue igual de bien.  

Ignacio Miranda/ [email protected]
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