Basquetplus.com

Phoenix estuvo a nada de alcanzar la gloria máxima en 2021. Liderando 2-0 en las Finales de la NBA, todo estaba servido en bandeja para que Chris Paul y Devin Booker lograran su primer anillo y consolidaran a los Suns como una amenaza constante en la Liga. Sin embargo, los Bucks de Giannis Antetokounmpo le arrebató a Phoenix dicha chance, por lo que los Suns entraron a 2022 con sed de venganza.

Nada parecía intimidar a un conjunto de Arizona que marchaba con más solidez que nunca. Siendo claros favoritos a salir del Oeste, incluso más que los Warriors, Luka Doncic y los Mavericks fueron una molestia en el camino. Lamentablemente, Doncic no entró a las Semifinales de la Conferencia Oeste para irse sin su propia gloria, y Phoenix sufrió una de sus peores y más avasallantes derrotas que se puedan recordar.

Todo terminó en un Juego 7, en Arizona, donde Dallas dominó de principio a fin. La historia es más que conocida. Los Mavs terminaron la primera parte ganando por más de 25 y estuvieron hasta 40 puntos por arriba en el marcador. Fue sin dudas la peor humillación que podía esperar el equipo de Booker y Paul, quienes habían ‘sobrado’ la serie de inicio al saberse superiores.

En 2023, buscando arreglar ese desastre y con la ventana empezando a cerrarse, los Suns lo tenían muy claro: debían capitalizar en una estrella para no duplicar el duro resultado de la campaña anterior. Y aquí es donde Kevin Durant entró a la escena. Phoenix vendió toda su rotación, defensores claves y piezas de calibre para hacerse con la estrella de Brooklyn. Y Durant será un All-Timer, pero no puede ganarle al mejor del Oeste por cuenta propia. Eso es lo que dejó al aire la derrota contra Denver de ayer.

Phoenix volvió a tener un juego para el olvido. Aunque en vez de olvido, quedará en el recuerdo como el equipo que, en situaciones límites y en casa, nunca salió a jugar y fue dominado en años consecutivos como si de un equipo amateur se tratara. Los Suns perdían por 30 puntos al entretiempo ayer. ‘No otra vez’ debe haber pensado Devin Booker. Sin Chris Paul, que por lesión (una vez más en postemporada) se quedó afuera, Book no pudo repetir sus hazañas fuera de este mundo.

Los Suns, sin que Booker tire por encima del 75% de campo, no ganaron ningún juego en esta serie. Y no está mal llevar al número uno del Oeste a 6 juegos, pero es la forma en la que se repiten los eventos de la embarazosa eliminación pasada lo que lleva a decepcionarse con este conjunto. Si bien el traspaso por Durant los hará mejores para el año que viene, y dicho movimiento no iba a traer un éxito inmediato en medio de la temporada, ser eliminado de los playoffs de local por 25 puntos es una indicación de que este equipo debe lograr cambios radicales.