¿Cortar o no cortar? Esa fue la cuestión en el juego entre Denver y Portland
17:27 02/06/2021 | Anoche, los Nuggets decidieron no cometer infracciones para evitar los triples de Lillard. Malone dio sus razones, otros especialistas también.
9,4 segundos… Portland con el balón. No hace falta decir el autor. Rechaza la cortina y queda emparejado con Michael Porter, el miss-match que deseaba.
5,9… Mira a su defensor, estudia como un escáner en el aeropuerto los posibles movimientos reaccionarios y actúa en consecuencia.
5,2… Empieza a moverse y se va para adelante. Un pique para entrar en ritmo y otro para generar espacio. Pie desplazado hacia la derecha y lanzamiento que entra con bronca, haciéndole justicia al sentimiento de redención que tenía Portland.
3,0… Denver no reacciona, decide erróneamente y el partido se va a su primer suplementario para luego volver a vivir el mismo desenlace en forma de premonición, con ese protagonista innombrable como Voldemort haciendo de las suyas y abusándose de la marca individual para forzar la segunda prórroga.
Los Nuggets ganaron, no sin antes sangrar al ver lastimar a un Damian Lillard que quebró la marca histórica de tiros de tres puntos anotados en un juego (12). La historia le abrió la puerta del barrio y el base entró con celeridad.
La euforia dio paso al enojo y el sentimentalismo se robó el show. La frialdad de un planteo estratégico diseñado por Mike Malone brindó pie a los planteamientos y al buscar explicaciones de por qué no cortó con falta en ninguna de esas dos acciones que hicieron a los Nuggets transpirar de más.
El primero en aclarar la situación fue el propio técnico de los Nuggets, que en la conferencia de prensa posterior al choque declaró que “si un chico atrapa la pelota dentro de la línea de tres puntos, si está de espaldas al aro, esos son los momentos en los que podés esperar para dar una falta”.
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No así en el caso del base de Portland, como confesó Malone: “Damian Lillard es como Chris Paul, está hace mucho tiempo allí. Sabe qué hora es. Si intentás cometer esa infracción, mi preocupación es que él anote el triple y además consiga la falta para lograr una jugada de cuatro puntos”.
Su deducción final: “Así que es realmente por respeto a Damian Lillard. Su experiencia como jugador en el clutch. Hay muchas cosas que podés sentarte acá y adivinar o dudar. Ganamos el juego, eso es todo lo que importa".
Ante la voz de Malone, difícil argumentar, más aún cuando no solo su opinión importa, sino los números le acompañan. Durante la temporada regular, por ejemplo, Damian Lillard fue el jugador número 13 de toda la NBA en faltas fabricadas, con 176 en 67 partidos y 2398.
Solo 12 basquetbolistas de la liga superaron ese total, con Giannis Antetokounmpo y Zion Williamson liderando la tabla con 295 y 278 infracciones generadas respectivamente, que significan números no tan diferentes a los del armador de Portland.
“Nosotros tenemos una mirada, por cómo se juega nuestra liga o incluso por lo que se realiza en FIBA, donde es más común el uso del corte con falta para no dar el tiro de tres puntos. En cambio, la NBA piensa de otra manera. Muchos entrenadores de la competencia poseen esa filosofía de no dar la infracción. Con eso en cuenta, no debe sorprender la decisión que tomó Malone”, opina Silvio Santander, técnico en jefe de San Lorenzo, al respecto.
“Además, en mi forma de ver siempre resaltó que hay que evaluar el contexto en estos casos. Cómo está el partido, quiénes son los rivales, cuáles son tus defensores… Y me parece que no hay una fórmula única. Personalmente me pasa que tomo más lectura del momento que de contar con una regla, pero entiendo que en la NBA muchos lo tienen como filosofía y por eso hay que respetarlo”, agrega el asistente del seleccionado argentino que consiguió la medalla de plata en China 2019.
Por esa misma línea, y en concordancia con lo que dijo Malone, se ubica Diego Vadell, coach en jefe de San Martín de Corrientes. “Lillard tiene muy aceitada esa situación, cuando le invaden el espacio arranca el tiro y siempre le cobran la falta. Si te acercás, él aprovecha y lanza por abajo de los brazos o los costados y los jueces pitan la infracción”, exclama.
A su vez, pone en comparación lo que le suele pasar a él en su equipo: “No es fácil, porque no viene en carrera de toda la cancha como a veces los errores que cometemos nosotros, aunque cada día evito más ponerle ese adjetivo. Frecuentemente organizás cortar, pero no lo conseguís. Lo diagramamos cuando vienen picando, con 20 segundos… No es así nomás realizarlo cuando el otro sabe lo que vas a hacer, menos en la NBA con los monstruos que tienen el balón”.
Esos pensamientos van en concordancia también con lo que está produciendo Lillard en la serie. De hecho, en estos playoffs quien fue el líder de la temporada regular en faltas fabricadas (Giannis Antetokounmpo) posee la misma cantidad que Damian en estos playoffs, con 12 cada uno y con solo un partido más para el de Portland.
No solo eso, hasta ahora el guardia ya consiguió en tres ocasiones lograr el famoso and-one, siendo el escolta del equipo en ese apartado que es liderado por Jusuf Nurkic (cinco). ¿Y en la línea cómo le va? Un excelso 92,7% en playoffs, con 7,6 convertidos en 8,2 intentos.
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“Lo que está claro es que es una decisión del entrenador y todo el equipo debe estar convencido y comprometido con la misma. Después dependerá de un sinfín de variables tácticas, estadísticas y de análisis del rival y de su propio equipo, como así también de la filosofía del coach y de lo que él crea conveniente. Estoy convencido y me opongo rotundamente a aquellos que piensan que cortar es el único camino, porque siempre se acuerdan de esta situación cuando sale mal, pero nunca cuando se defiende y se erra el tiro. Pasó infinidades de veces y pareciera ser que solo es noticia cuando sale mal”, agrega Sebastián Porta, asistente técnico de Libertad de Sunchales.
¿Cortar o no cortar? Shakespeare no lo dijo, pero esa es la cuestión. Cada maestro con su libro, cada entrenador con el suyo. No hay un camino, mucho menos un solo destino. Eso es lo lindo del básquet, del deporte… de la vida.
Ignacio Miranda/ [email protected]
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En Twitter: @nachomiranda14
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