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Denver se puso 3-1 en las Finales de la NBA luego de su exhibición en el Juego 4 ante Miami. Los Nuggets ganaron ambos juegos en casa del Heat y recuperaron su ventaja de localía, pero además consiguieron la chance de cerrarlo en casa para el Juego 5.

El alero de los Nuggets, Aaron Gordon, jugó exactamente como la franquicia esperaba desde que lo adquirió antes de la fecha límite de 2021. El interno fue otra vez protagonista y anotó 27 puntos, el mejor del equipo, con un buen porcentaje en tiros de campo (11 de 25) y en tiros lejanos (3 de 4), además de seis rebotes, seis asistencias y dos robos.

Nikola Jokic fue otro punto a destacar. Al principio, Denver vio su peor sueño volverse realidad. A finales del primer cuarto, Jokic se torció el tobillo derecho tras caer torpemente sobre el pie de Max Strus. Poco después, fue a los vestuarios para recibir tratamiento y se sentó en el banquillo antes del segundo cuarto con el tobillo vendado. Después, Jokic jugó como si la dolencia no le molestara en absoluto. Al menos no lo suficiente como para afectar a su juego. Jokic terminó con 23 puntos, 12 rebotes, cuatro asistencias, tres robos y dos tapones.

Del lado del Heat, Butler hizo todo lo posible para tener una actuación épica en los playoffs (25 puntos en tiros de 9 de 17). Bam Adebayo lo hizo todo, tanto ofensivamente (20 puntos, 11 rebotes) como forzando a Jokic a cometer faltas. Y no importó. A pesar de la potencia de las estrellas del Heat y de la competitividad de todo el equipo, tuvieron problemas con Strus (0 de 4), Gabe Vincent (1 de 6) y Caleb Martin (5 de 12), que no acertaron en sus tiros y no pudieron tener el mismo efecto que en la Conferencia Este a lo largo de las Finales.

Por último, la postemporada de la NBA, las Finales y toda la temporada de los Nuggets, en realidad, experimentaron un giro: Nikola Jokic fue ayudado por sus compañeros, cuando sin él Denver siempre fue mediocre. Los Nuggets devolvieron a su dos veces MVP de la temporada regular todo el aporte que siempre hizo levantando al equipo. Esta vez, los demás se encargaron por él.

Aaron Gordon realizó su partido más importante desde el 2021; Kentavious Caldwell-Pope tuvo un par de jugadas defensivas excelentes en el último cuarto; Jamal Murray demostró liderazgo y capacidad de juego durante todo el partido; Bruce Brown destacó en un último cuarto decisivo en el que todo podría haberse desmoronado. Con los jugadores de rol saliendo a dar un impacto más que bienvenido para Jokic, quien por primera vez no debió llevar la carga total del equipo, Denver mostró que es el mejor de los dos finalistas.