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El seleccionado español femenino ha quedado fuera de las semifinales olímpicas tras caer derrotada ante Francia por 67 a 64, un traspié doloroso para lo que apuntaba el conjunto ibérico. La eliminación parecía algo normal debido a que un Juego Olímpico están los mejores doce del mundo y en una eliminatoria pareja a partido único, puede pasar de todo y perder está dentro de las probabilidades, pero lo que no se sabía es que eso iba a desencadenar tanta cola.

En el primer paso (oficial al menos), la Federación Español de Baloncesto (FEB), antes de que culminase el torneo y sin apuro de hacerlo, expendió el comunicado con la salida de Lucas Mondelo al frente de la selección. El motivo ni más ni otro que no alcanzar los objetivos deportivos, aunque con el correr de las horas cobró fuerza que la versión que se dio fue una para no destapar lo que se venía.

Y lo que se venía es nada y nada menos que una denuncia por malos tratos de parte de una ex jugadora de la selección española e ícono del básquet femenino de ese país en los últimos diez años como Marta Xargay. La baloncestista oriunda de Girona dejó la actividad oficial durante la pandemia y no llegó con fuerzas para disputar los JJOO de Tokio, una vez que estos se aplazaron un año.

Marta contó detalles de su decisión y del martirio que vivió por momentos en la selección bajo el mando de Lucas Mondelo en una entrevista para El País, un periódico español. Al enterarse de esta nota y antes de que saliera a la luz, la Federación habló con la jugadora y con el diario para ver de aplazar esa publicación en pos de la competencia que estaba muy próxima a comenzar en Tokio.

“El baloncesto me ha llenado la vida, pero no todo es oro lo que reluce”, fue la frase que utilizó Marta para comenzar a contar su historia. “Con el aplazamiento por la pandemia, llegó el dilema de si perderme o no los Juegos y me alejé para tener perspectiva. Ahí descubrí que ya estaba, que no echaba de menos jugar y esa fue la gran señal. Estaba en paz conmigo misma y con mi carrera”.

La relación de Xargay con Mondelo data de varios años a lo largo de su carrera no solo en la selección, sino también en el Rusia jugando para el Dinamo Kursk. “Hay límites que no hay que traspasar y él me llevó a un límite muy heavy”, comentó para darle paso al calvario del peso y a su control sigiloso en este tipo de situaciones. “En distintas concentraciones se acercaba a Sonja Petrovic y a mi para decirnos que no teníamos postre porque estábamos gordas. En ese momento pesaba 67 kilos y medía 1.82, me encontraba bien físicamente, pero esas cosas me generaron inseguridad”, relató.

Esa cuestión de presión y vigilar todo lo llevó a Mondelo a pesar a sus jugadoras cada mañana, un detalle bastante particular para un entrenador y que puede dar una connotación de su proceder. Para Xargay todo este entrevero con la comida le produjo una enfermedad que calló hasta después de su retiro, la cual fue diagnosticada como bulimia y ortorexia (obsesión por la comida sana) “Me sentía por comer, aunque fuera una ensalada, comía por ansiedad y después me iba al baño. Mi psicóloga no me dejaba pesarme y en la selección seguía ese control, me creaba mucha ansiedad cuando sabía que a la mañana siguiente nos tenían que pesar, no dormía por la noche”.

“No ha sabido controlar su autoridad. En ningún momento me ha respetado, ni como jugador ni como persona. Ha tenido muchos comentarios, públicos y privados, atacándome y metiéndose a valorar mi vida privada y mis relaciones”, agregó.

Si bien los éxitos con la selección española fueron muchos, de hecho ganaron siete medallas consecutivas entre el 2013 y 2019, el calvario vivido con las cuestiones menciones hizo que Xargay opte por poner en palabras lo vivido en pos de ayudar a otras jugadoras jóvenes. “Mi confesión es más desde el deseo de ayudar que el de denunciar, lo cuento porque creo que puedo ayudar a muchas niñas que estén pasando por lo mismo. Para que sepan que nos puede pasar a cualquiera, que los deportistas no somos invulnerables, pero que se puede superar. Yo lo tenía todo y lo he sufrido, ahora lo cuento con responsabilidad y ojalá ayude también a las compañeros para ser más personas que jugadoras dentro de un equipo, una cosa es la exigencia y otra, traspasar los límites”.

Una confesión dura que arremetió con los cimientos de la Federación Española en cuanto al básquet femenino, donde ya han tomado cartas en el asunto y han destituido a Lucas Mondelo, quien seguramente tendrá que comparecer públicamente para aclarar esta cuestión.

Mauro Osores / [email protected]
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