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El Conde de Montecristo es uno de los libros más populares, famosos y reconocidos de todos los tiempos y desde que se largó su primera tirada en 1844 no dejó de generar adeptos gracias a la atrapante historia que vivió su protagonista, Edmond Dantés, un joven marinero muy honrado cuya vida era extremadamente relajada y su mayor deseo era casarse con una hermosa chica llamada Mercedes. 

Sin embargo, esa era la calma que iba a anteceder al huracán y todo se arruinó cuando su mejor amigo, Ferdinand, que también quería conquistar a Mercedes, lo traicionó con vehemencia, obligándolo a ser condenado y a pasar 13 largos años en la cárcel. Ofuscado, pero obsesionado con vengarse, el frustrado Edmond desarrolla un meticuloso plan para atacar a su conocido de la forma más inverosímil posible.

En la Liga Nacional no está Ferdinand, pero dicen que la venganza de Edmond cobró vida recién esta temporada y que la víctima será el certamen doméstico. La reencarnación llegó en forma de un jugador de Peñarol llamado Tomás Monacchi y en su camino los rivales están quedando obsoletos ante su irrupción. 

Liberado después de unos años y con rienda suelta para jugar, el ala de 23 años y 1.93 está teniendo un salto increíble en todos los aspectos en el conjunto marplatense. A su confiable tiro le agregó control, penetración y creación para anotar sin depender de las asistencias o el aporte de sus compañeros. 

Pasó de promediar apenas 2.7 puntos, 1.4 rebotes y 0.4 asistencias en la 2019/20 a 15.0 tantos, 5.7 atrapes y 2.0 entregas en la actualidad, aumentando también su masa de minutos (de 9.8 a 29.5) y sus porcentajes de lanzamiento (de 43.3% a 43.8% en triples y de 44.4% a 54.3% en tiros de campo). 

Cobrando protagonismo en un equipo joven como Peñarol, el pibe está gozando de un gran verano, demostrando recursos para atacar el aro, despedazando a sus rivales con su buen fundamento de giro y definiendo con ambas manos. Además, su lanzamiento está más puro que nunca. 

En las estadísticas avanzadas también se ve ese crecimiento y pasó del 56.5% al 62.8% en true shooting, del 56.5% al 62.0% en tiro de campo efectivo y del 12.5% al 22.4% en porcentaje de uso. Y no solo eso, también se volvió un jugador mucho más eficiente con el correr de los partidos, siendo más determinante con una porción mayor de minutos, subiendo su rating de eficiencia al 21.3 (10.5 en la 2019/20). 

La venganza fue servida y empezó desde que volvió el básquet en Argentina. A base de triples, fundamentos y personalidad, Tomás está listo para retomar lo que imaginó Edmond. No se muevan de sus lugares, sean pacientes y conscientes de que lo mejor para él llegó hace un rato. Es un total desacato. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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