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La Liga Nacional de Básquet está en pausa, pero poco a poco los equipos comienzan a armarse como un rompecabezas que busca completarse. Nuevamente, ante la situación económica del país y de los equipos, el paradigma parece ser la apuesta fuerte por los más jóvenes y muchos de los planteles tienen prometedores chicos en sus filas.

De todos ellos, un selecto grupo presentó credenciales en la temporada anterior y algunos podrían dar un nuevo salto en la 2021/22. Con el filtro de que solo se tuvieron en cuenta los juveniles y U23 confirmados en sus elencos hasta el momento para la campaña que viene, un repaso de los principales prospectos llamados a irrumpir en el corto plazo.

Maxi Araujo tuvo una 2020/21 de subidas y bajadas, pero la alta cantidad de minutos (15,9 de media) para un chico de su edad (nació el 1 de enero de 2003) le ofreció un curso acelerado de cómo encontrar los espacios y atacar el aro, como así también ocupando ese tiro en suspensión que tantas alegrías le dio en la media distancia.

6,0 puntos, 1,2 rebotes y 0,8 asistencias fueron sus promedios y, si el guardia mejora su tiro exterior (24,1% en triples), podrá lograr una temporada interesante en un equipo que tendrá a Diego Gerbaudo en el puesto de uno, con un espejo en el que Araujo se mirará para seguir en ascenso.

Santiago Barrales es otro de los puntos jóvenes a seguir en la 2021/22, quien tendrá muchos minutos de la mano de su nuevo equipo, Comunicaciones, y con un entrenador que con frecuencia potencia a los interiores como Ariel Rearte.

6,2 puntos, 3,5 rebotes y 0,8 asistencias terminaron siendo sus credenciales en su temporada debut en la Liga Nacional, con una mecánica de tiro que le podrá dar grandes réditos. 31,1% en triples fue su media y en Argentino se convirtió en una buena opción para abrir la cancha, como así también aportando en intangibles.

Uno de los nombres más interesantes del artículo es Tomás Spano, quien ya demostró la infinidad de variantes que posee en ataque gracias a sus 12,2 puntos, 3,1 rebotes y 3,2 asistencias. Tirador eficiente (39,7% en triples), eso le permite encontrar otros espacios y también puede rendir corriendo la cancha, en un equipo que seguramente buscará otra vez el juego en transición luego de la defensa explosiva.

Facundo Vázquez se fue de su casa, pero llega a un Gimnasia que en las últimas temporadas se nutrió del juego de sus bases. Manuel Buendía, Sebastián Orresta… Quizás no tenga el rol de titular por la relevancia del tucumano en el esquema de Martín Villagrán, pero sí que puede actuar de revulsivo, en un conjunto que utiliza el pick and roll de sus guardias para vulnerar.

10,4 tantos, 4,2 rebotes y 4,7 asistencias demuestran que el exjugador de Platense puede impactar de diferentes maneras en la cancha, con explosividad física progresiva y una mecánica de lanzamiento que cada día está mejor, manteniéndose en la vara del 30% en tiros de tres en la 2019/20 (30,0%) y en la 2020/21 (31,9%).

Todavía es una incógnita que Libertad siga en la Liga, pero de hacerlo, un nombre llamado a dominar en el equipo es Manuel Alonso, el U23 que hace tres campañas viene teniendo un papel en crecimiento de la mano de Sebastián Saborido en Sunchales.

Pasó de 1,5 y 1,6 puntos en 2018/19 y 2019/20 a 8,0 en la 2020/21, con un físico que le permite estar acorde a lo que demanda el básquet actual e impactando en ambos frentes con versatilidad y medias que todavía pueden seguir creciendo, sobre todo su tiro exterior (21,4% en triples en la última temporada).

Tomás Monacchi, por su lado, tuvo un excelente rendimiento en el primer tramo de la temporada 2020/21 en Peñarol, pero fue apagándose con el correr de los meses. Así y todo, el ala tendrá muchas responsabilidades en el equipo de Leandro Ramella y ya sabe lo que debe corregir para encontrar esa regularidad.

"Estoy laburando mucho físicamente y desde el punto de vista basquetbolístico el juego de pick and roll y mejorar el tiro de dos puntos que tengo que son cosas que tengo que crecer", había explicado en una entrevista con Los Martínez hace unas semanas. Será clave, a su vez, este lapso en Ameghino, que seguramente lo ayudará con el roce y a subir la efectividad.

Matías Solanas es otro de los casos más emblemáticos y en el sistema de Diego Vadell brilló en el pick and roll gracias a su triple amenaza bien establecida y una lectura sólida para explotar las deficiencias de las defensas.

30,1 minutos en cancha le dieron la chance de mostrarse eficiente y dejando en claro que es mucho más que un tirador de spot-up (establecido en ciertos lugares del sector ofensivo). 13,5 puntos, 4,5 rebotes y 2,3 asistencias que podrían elevarse como una masa con levadura en la 2021/22.

Juane De la Fuente ya tuvo su temporada de adaptación en la Liga Nacional, sufrió en el tiro de tres, que es su principal fortaleza, y se quedó en 23,1% en la temporada, aunque su progreso viene por otro lado y es por su capacidad para correr la cancha y anotar en transición, en un equipo que incita a eso. Si mejora su media en triples, podrá dar que hablar en Olímpico.

Por último, dos guardias como Franco Baralle y Marco Giordano. El de Quimsa tendrá un papel similar al de la 2020/21 en la temporada que viene, siendo el anotador revulsivo desde el banco para hacer descansar a Juani Brussino, y el de Regatas se recuperó de sus lesiones y dejó demostrado que ofensivamente sigue siendo uno de los principales prospectos jóvenes.

¿Conseguirán todos dar el salto esperado? Quizás sí, pero si no ocurre tampoco será el paradigma definitivo. La experiencia es parte del proceso y el caudal de minutos les permitirá equivocarse y aprender para finalmente establecerse y crecer.

La Liga Nacional, de nuevo, apoyándose en sus promesas. 

Ignacio Miranda/ [email protected]
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