Basquetplus.com

Durante décadas, hablar de Atenas de Córdoba era hablar de un permanente animador de la Liga Nacional. Y eso tenía que ver con muchas cosas: jugadores (primero, obvio), entrenadores y dirigientes. Toda una gran familia, normalmente muy cordobesa, con poca injerencia de "extranjeros". Y como extranjeros hablamos de no unidos a la ciudad o a la provincia. Donald Jones, por poner un ejemplo, era cordobés. 

Después de 25 años de éxitos, el club entró en otra etapa mucho más complicada desde lo económico, ya sin esa característica cordobesa (se fueron yendo de a poco los Milanesio, Campana, Osella, etc), quedando solo Bruno Lábaque como eslabón con la vieja etapa legendaria y ganadora. Y Lábaque también se terminó retirando. 

Pero en ese mientras tanto, Atenas también perdió esa identidad que tenía con sus entrenadores, aún con los que no le fue del todo bien pero eran de la casa, como Mario Milanesio o Medardo Ligorria. Ni hablar de Walter Garrone o Rubén Magnano. Y empezó a tomarse como costumbre darle poco valor al cargo, no porque el elegido no fuera un nombre categorizado, sino porque su estadía dependía muy rápido de un hilo. El récord fue Adrián Capelli, que duró 4 partidos en la 2016/17, pero no fue el único: Saborido el año pasado aguantó 9. Y ahora, Claudio Arrigoni (también hombre de la casa), 8. Y estaba cortado hace dos. 

La realidad marca que si tomamos los últimos 20 años, Atenas cambió de entrenador en 12, y si miramos los últimos 11 que empezaron y terminaron (no contamos la 2019/20 que se suspendió por el Covid), en 8 Atenas cortó a su entrenador. Indudablemente, eso habla más del club que de los entrenadores, porque si se cambia tan seguido de coach, aunque los resultados sean malos, hay una clara ineficiencia en la elección del coach, o en no bancar a un entrenador que tiene un plantel modesto, como ha pasado también. 

El tema es que con mil cambios, desde la temporada en la que Nico Casalánguida lideró a Atenas al tercer puesto en la 2017/18 (con un presupuesto alto y tres excelentes extranjeros), Atenas terminó 19º en la 2018/19, ganándole el playoff por la Permanencia a Quilmes, iba 17º cuando se suspendió la 2019/20, volvió a terminar 19º la 2020/21, otra vez ganando la Permanencia ante Bahía Basket, y el año pasado zafó de volver a vivir la misma historia por un gran sprint final que le permitió terminar 13º, aunque sin jugar playoffs. 

Los datos hablan por sí mismos. Ahora se especula con la posibilidad de que se sume Sebastián González como entrenador, lo que sería una muestra en principio de Atenas de querer cambiar esta dinámica de cambio-corte-cambio de coach. Si llega Sebastián, u otro de su categoría, tendrá dos jugadores para elegir en caso de querer modificaciones, y casi otro equipo con los arribos de Fabián Jaimes, Guillermo Díaz y Deon McClenton. La lógica diría que eso sería hasta fin de temporada, ya jugando finalmente en su propio estadio, para buscar en la 2023/24 recuperar su historia. 

Igual, habrá que esperar, porque si algo ha hecho Atenas en los últimos años es sorprender. Y no para bien.