Internacional

Facundo Campazzo volvió a ser Facundo Campazzo

16:44 01/08/2021 | Controló el ritmo del partido a su antojo, alimentó al resto y castigó de tres con confianza y eficiencia. Los detalles de su mejor juego en Tokio.

Campazzo hizo estragos como generador (Foto: FIBA)

Luchen, y puede que mueran. Huyan y vivirán... un tiempo al menos. Y cuando estén en su lecho de muerte dentro de muchos años, ¿no cambiarían todos los días desde acá hasta entonces por una oportunidad, sólo una oportunidad, de volver y decir a nuestros enemigos: pueden quitarnos la vida, pero jamás nos quitarán... ¡La libertad!

2/4 en triples ante Australia, pero después 0/4 contra Nigeria, 2/9 frente a Estados Unidos, 3/10 en la caída con Eslovenia y 1/6 al ser derrotados por España. La mayoría se hubiera escapado y buscado otras alternativas, no Facundo Campazzo.

Como Williams Wallace, el argentino soportó la irregularidad en el tiro y en algunos otros aspectos más durante los amistosos, al medirse contra los balcánicos y al batallar frente a los dirigidos por Sergio Scariolo en los Juegos Olímpicos de Tokio, pero se no se echó para atrás.

Parecía continuar con el rol de secundario que tuvo en Denver, distando un tanto de la versión que supo mostrar en el Mundial de China y disminuyendo su producción de asistencias, en un apartado en el que es uno de los mejores en el planeta tierra.

Cinco asistencias frente a Australia. Cuatro ante Nigeria, dos contra Estados Unidos, cuatro al medirse con Eslovenia y tres al competir con España…

Entre camisas rotas, complicaciones con faltas e impotencia, Facundo volvió a dar muestras de esa fortaleza mental que siempre lo caracterizó y se sobrepuso cuando Argentina más lo precisaba.

Se hizo cargo de la conducción como generador en el pick and roll o el pop, descargando a los tiradores con rompimientos e impactando atrás con cobertura de espacios, rotaciones y la sensación de estar omnipresente ante Japón.

Partiendo por el tiro, lastimó de diferentes maneras. Ocupó las esquinas con celeridad en transición y la media cancha, anotó tras recepción o con el pick and roll a partir de lo que le daba la defensa de Japón, especialmente al explotar los cambios en el último cuarto.

 

Gráfico: FIBA

El costado derecho fue su mejor amigo y desde allí logró anotar todos sus triples, con 5/9 en total (55,6%). Dos convertidos desde la esquina en ese perfil y tres desde el codo, fallando solo uno en ese sector y tres en el otro lado.

En su función de organizador volvió a ser el que tenía acostumbrados a todos, seleccionando cuándo poner la bola en la pintura, descargar a los tiradores para abrir la cancha o alimentar a Scola en el pop (abrirse), y controlando el ritmo del juego acelerando y desacelerando a su antojo.

Pases de faja, skip (de lado a lado), sin mirar, de espaldas… 11 asistencias logró en total y, según los datos de NBA Argentina, se transformó en el quinto basquetbolista de la historia con al menos dos partidos en Juegos Olímpicos con esa cantidad de entregas.

Controlar, organizar, romper y volver a armar. El número siete es un experto en la materia y finalmente parece sentirse el mismo de siempre.

Facundo Campazzo volvió a ser Facundo Campazzo. 

 

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