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El enviado de dios. Así se autodenominaba Darko Milicic, el pívot serbio que fue pick dos, elegido por Detroit Pistons, por detrás de Lebron James y por delante de Carmelo Anthony, Chris Bosh y Dwayne Wade, en el draft de 2003. El nacido en Yugoslavia había debutado en su país natal a los 15 años y a los 17 decidió probarse en la mejor liga del mundo.

A día de hoy, con 35 años, es agricultor en unos terrenos agrícolas en su tierra natal. Este jugador no pudo adaptarse a lo que era la NBA y pasó de equipo en equipo sin afianzarse en ninguno. Tras diez años en la liga, el gigante de 2.13 mts. promedió 6 puntos, 4.2 rebotes y un tapón por partido. Además, si sumamos los partidos que jugó entre las temporadas que estuvo, solo jugó 48 partidos por año. En 2019, luego de siete años de retiro, volvió al básquet con antiguos compañeros, para participar en la segunda división de su país.

Un jugador que, claramente, no cumplió las expectativas, que llegó a decir que odiaba el básquet y que, al jugar, lo único que quería era que pasasen los minutos para irse.